Ingres, más allá del desnudo

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Ingres, más allá del desnudo

Aunque le costaba aceptar la definición de retratista –él prefería el género de la pintura de historia y solo aceptaba el desnudo a regañadientes–, pocas modelos clavan su mirada del mismo modo que lo hacen la condesa de Haussonville, madame de Moitessier o la princesa de Broglie, todas mujeres que posaron para el francés Jean-Auguste-Dominique Ingres (1780-1867). Símbolo del academicismo decimonónico, discípulo de Jacques-Louis David y heredero del clasicismo de Rafael y de Poussin, Ingres fue también precursor de la modernidad de Picasso e instigador de las vanguardias, motivo por el que el Museo del Prado le dedica desde el 24 de noviembre una exposición que repasa su querencia por el retrato al tiempo que indaga en su impacto en las revoluciones artísticas del siglo XX.

Comisariada por Vicent Pomarède, Ingres es la primera exposición monográfica en España dedicada a la obra del artista, uno de los jalones más influyentes en el devenir de la pintura del siglo XIX y del que no se conserva ninguna obra en colecciones públicas españolas, a pesar de contar con discípulos como los Madrazo.

Ingres, más allá del desnudo

Con la especial colaboración del Museo del Louvre y la participación del Museo Ingres de Montauban –que presta las pinturas más emblemáticas del maestro–, la muestra traza un recorrido a través de más de 60 obras para atender al desarrollo cronológico de la trayectoria profesional de Ingres.

Así, la exposición comienza con la imagen del artista en su primera juventud, procedente del Metropolitan Museum Of Art de Nueva York, y se cierra con el Autorretrato de Ingres a la edad de 78 años, llegado de la Galería de los Uffizi de Florencia. Entremedias, se muestra el trabajo del artista en todo su esplendor en obras como Monsieur Bertin, La Condesa de Haussonville, Napoleón I en el trono imperial o icónicos desnudos como Gran Odalisca –que Guerrilla Girls utilizó en los 80 para su más conocida intervención feminista–, Ruggiero liberando a Angélica o Baño turco.

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