“Tenemos nuestras propias ideas de honor y conciencia, y debemos respetar nuestras tradiciones. Las modas que vienen del oeste son antinaturales en Rusia. Esos deseos no convencionales no hacen más que disgustar a la gente normal, sana, inteligente. Es enfermizo que pretendan ser tratados igualitariamente”. Ivan Nikitchuk y Nikolai Arefyev, dos diputados comunistas rusos, han decidido encabezar una cruzada para que su país no deje de ser puntero en cuestiones de homofobia.
Y es que el próximo 19 de enero se decidirá, a instancia de la presentación de esta proposición, si salir del armario públicamente queda terminantemente prohibido. 15 días de cárcel para los que decidan dar el paso y 5.000 rublos de multa por mostrar cariño serán las sanciones si al final se aprueba la reforma. El objetivo: “Reforzar los valores tradicionales ortodoxos” con propuestas “más razonables” con las que “pueden controlar sus emociones”. Frótense los ojos.