Qué difícil resulta caminar por una calle de Taiwán sin tropezar con un restaurante temático. Desde cafés con instalaciones con apariencia de retretes hasta tiendas de bocadillos inspirados en el universo de la medicina.
Al ser un país relativamente liberal, era solo cuestión de tiempo que la erótica invadiera el sector culinario. A principios de año Funny Sex, el primer restaurante de temática ‘rumpy pumpy’ (algo así como ñaca-ñaca, tralarí-tralará, pin-pan-pum…), abrió sus puertas en Khaosiung, la segunda ciudad más grande de la isla. En él, nada se escapa a lo fálico: todo tipo de alimentos o elementos son válidos si se trata de llevarse un pene a la boca. No sabemos si la calidad está garantizada, pero el morbo sí está asegurado.
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