¿La estimulación anal es solo cosa de homosexuales? En absoluto, pero la mayoría de los terapeutas sexuales estima que si no existiera la idea de que el sexo anal está relacionado con la orientación sexual, serían muchos más los hombres que explorarían esa zona erógena con consoladores, dildos u otros tipos de juguetes sexuales.
Un estudio publicado por Mel Magazine y realizado por el psicólogo Allison Kirshbaum con sede en Albuquerque (Nuevo México), en el que preguntó a cientos de hombres acerca de sus hábitos de masturbación, mostró que un 24% de los hombres, tanto heterosexuales como homosexuales, se había introducido algún objeto por el ano; un 35’3% de la muestra prefería estimularse jugando con sus pezones; un 66’4% suele frotar sus genitales sobre una superficie y un 47’7% juega con el chorro de la ducha alguna vez.
Estos datos demuestran que, efectivamente, los hombres heterosexuales también experimentan con su ano; además, debido a los prejuicios y falsos estigmas sociales, es más fácil que esta experimentación sea a solas, y muy pocas veces con otra persona. “Si me estoy dando a mí mismo, no tiene el estigma cultural que implica esa zona”, declara la sexóloga británica Kian De La Cour al medio Gay Star News, “A la gente le gusta pensar que tenemos una sexualidad única y básica, pero somos mucho más complejos y nuestra sexualidad tiene muchos niveles. No debemos tener miedo de disfrutar de lo que nos gusta”. Así que fuera prejuicios y que todo el mundo disfrute del sexo.