Adele visitó el plató de Ellen DeGeneres para comentar, entre otras cosas, los fallos técnicos que empeoraron su actuación en la ceremonia de los Grammys hace unos días. La cantante británica ya publicó un tuit en el que explicaba que, a causa de la caída de un micrófono sobre el piano, el sonido de la actuación no fue el adecuado, llegando a perjudicar incluso a su voz. Las redes sociales se inundaron de mensajes de apoyo, y ella confesó a Ellen que se pasó el día posterior llorando, pero que ya está todo en orden.
De hecho, demostró un gran sentido del humor al realizar una divertidísima cámara oculta en una cadena de zumos estadounidense en donde la presentadora le comunicaba a la intérprete de Hello lo que tenía que decir exactamente. Sin duda, Adele ha demostrado ser una grandísima actriz y una gran cómica.