Entre las representaciones de Els veïns de dalt en el Teatre Romea de Barcelona y el estreno de su versión en castellano que llega ahora al Teatro La Latina de Madrid, tuvo lugar la temporada de premios cinematográficos que culminó con cinco Goyas, entre ellos mejor película, director y guion original, para Truman.
Así que el teatro, donde Cesc Gay debuta como dramaturgo y director, le ha servido para huir de la presión tras la sobredosis de reconocimientos. “Si hay una cosa que me gusta del teatro es su intimidad. Si el cine es como dirigir una orquesta sinfónica, el teatro sería el unplugged. En ese sentido, sí que ha sido un pequeño refugio del ruido y el ajetreo emocional que implican las galas, los discursos, el prepárate esto, el ponte esta camisa y no la otra…”, explica. “Fue muy bonito, pero me hacía gracia estar nominado a todo, porque así es este país, y tener que estar pendiente de lo que dices en un sitio y en otro”. Para esta nueva aventura teatral, le acompañan Pilar Castro, Xavi Mira, Andrew Tarbet y Candela Peña, esta última también en su debut sobre las tablas.
SHANGAY ⇒ Vienes de tratar la muerte en el cine para hablarnos del sexo en el teatro. ¿Son dos temas que te preocupan?
CESC GAY ⇒ La muerte, como le pasa a todos, es un tema que viví de cerca y que me llevó a escribir. Lo dejé reposar un tiempo y de ahí salió Truman. Los vecinos de arriba es una radiografía, un combate entre un hombre y una mujer, una mentira camuflada de comedia. Porque las parejas muchas veces esconden una batalla tremenda por el espacio, la posesión, el orgullo, los reproches. En definitiva, por el tipo de relaciones que establecemos. El sexo estructura todo lo que pasa en la obra, funciona como un termómetro que refleja el deseo y muchas otras cosas que dejan de existir con el paso del tiempo. Para mí es una obra con trampa, quiero que la gente se lo pase bien y que, al mismo tiempo, salga destrozada.
Foto: David Ruano
SHANGAY ⇒ La obra parte en realidad de una experiencia personal…
CESC GAY ⇒ Sí, con una vecina a la que siempre oímos gritar cuando mantiene relaciones sexuales. Cuando hablaba con mi mujer [la actriz Àgata Roca] sobre cómo podían afectar los gritos de esta chica a la relación con nuestros hijos se generaron debates curiosos. Mi hija pequeña, que ahora tiene 10 años pero cuando empezó todo esto solo tenía 6, pensaba que los gritos eran nuestros y que le estaba haciendo algo malo a su madre. Además, te sentías raro en la cama pensando “¿por qué ella grita así y mi mujer no?”. Lo mejor es que esta vecina no sabe que he hecho una obra de teatro sobre ella y me da morbo encontrármela en el ascensor. El otro día me preguntó qué estaba haciendo y le dije que ensayaba una obra de teatro en Madrid. Si ella supiera… Todos mis amigos me dicen que debo invitarla. Ella, por supuesto, sigue gritando.
“LOS PREMIOS SIRVEN PARA DECIR QUE TU PELÍCULA ESTÁ BIEN, PERO APARTE CUENTAN OTROS MOTIVOS COMO EL AFECTO DE LA GENTE”
SHANGAY ⇒ Al principio de tu carrera, prestabas especial atención a la naturalidad gay, como en Krámpack y En la ciudad. ¿Te ha dejado de interesar el tema con el paso del tiempo?
CESC GAY ⇒ Krámpack me vino dada, pero me gustaron enseguida esos vínculos de la amistad en la adolescencia, cuando se definen tantas cosas. En la ciudad es una película sobre lo que no se cuenta, por lo que me parecía que esa temática con una mujer de esa edad era interesante, al igual que en Ficción, con el personaje lésbico de Carme Pla. No sé por qué, imagino que porque es un ambiente en el que me muevo y que forma parte de mi vida, son historias que salen sin más de una manera natural, pero que tampoco me planteo. A veces, son una forma de reflejar la normalidad desde lo cotidiano.
SHANGAY ⇒ Truman puede resumirse como la historia de dos hombres heterosexuales incapaces de decirse que se quieren. ¿Habría sido igual con dos mujeres o dos personajes no heterosexuales?
CESC GAY ⇒ No, porque ser un cowboy es complicado, como lo es esa masculinidad que representa. Tanto Una pistola en cada mano como Truman forman parte de un retrato de la masculinidad donde todo lo emocional cuesta muchísimo, pues si algo te han enseñado es a no llorar ni mostrar fragilidad. En ese sentido, fue interesante trabajar con Javier Cámara, que tiene una fragilidad brutal como actor. Su reto era no emocionarse y fue un rodaje complicado, porque se pasaba todo el día llorando. Yo le tenía que decir: “Javi, por favor, contente. Emociónate, pero no llores”.
“JAVIER CÁMARA SE PASABA EL DÍA LLORANDO EN EL RODAJE DE TRUMAN”
SHANGAY ⇒ ¿Entiendes el Goya a mejor director también como una recompensa a toda tu carrera?
CESC GAY ⇒ Es inevitable sentir eso. Si te lo dieran con 23 años estarían premiando a tu película, no a ti. Por eso le dije a Paula Ortiz que era muy joven aún. A veces los premios sirven para decir que tu película está bien, pero aparte cuentan otros motivos como el afecto de la gente o el hecho de premiar a candidatos que no habían sido premiados aún, como era mi caso. Y me parece bien que sirvan para eso. Cuando ya llevas unos años en algo, si has sido buena persona y te lo has currado, la gente lo valora.SHANGAY ⇒ También se premiaba una manera muy particular de hacer y producir cine, la que tenéis Marta Esteban y tú.
CESC GAY ⇒ Y eso me motiva y emociona más que el premio en sí, porque es algo que engloba toda una carrera.
¿Cómo ha convencido a Candela Peña para que debutara en teatro? Pasa página
SHANGAY ⇒ Muchas de tus películas tienen origen en el teatro, ¿este era un paso lógico?
CESC GAY ⇒ Como escribo y acumulo mucho material, a veces me jode tenerlo en una carpeta del ordenador. Así como escribir un guion para que lo dirija otro me parece más complicado, sí que había pensado darle forma a un texto teatral para que lo dirigiese quien quisiera. Pero fui un poco empujado por otros y tenía curiosidad por hacer algo distinto. Atreverse a hacer cosas nuevas es más incómodo, porque no lo dominas y vas acojonado, pero está bien para no aburrirse. Hacía tiempo que no sentía tantos nervios y, al mismo tiempo, estoy muy relajado porque no tengo referencias y me siento más irresponsable.
“QUIERO HACER COMEDIAS Y ME ACABAN SALIENDO PELÍCULA TRISTES”
SHANGAY ⇒ Te estrenas con una comedia, un género que no sueles practicar en cine.
CESC GAY ⇒ Citando a Truffaut, yo siempre digo que quiero hacer comedias y me acaban saliendo películas tristes. Y con esta no quería joderla, porque como comedia tenía un tono muy bestia. Además, pasó algo que en cine es imposible: que desde que la terminé hasta que cerramos el reparto y el teatro solo pasó un mes y medio. Sé que no es lo habitual porque tengo muchos amigos que llevan años intentado levantar una obra de teatro. A día de hoy no me lo creo, es surrealista que esté aquí estrenando en La Latina.
Foto: David Ruano
SHANGAY ⇒ A un director tan intimista como tú, ¿le da miedo el plano general del teatro?
CESC GAY ⇒ Lo que me da miedo es que como director de cine soy un manipulador absoluto y controlo hasta el mínimo detalle, y en teatro no. Eso es lo que más me costó, pactar con los actores, que son los que mandan. Candela Peña, que me llama Paca, me dice siempre: “Vete ya, Paca, que estoy harta de tus notas”. Y tiene razón, el director se va y la función pertenece a los actores.
“EN CINE PUEDES DISIMULAR A UN MAL ACTOR, EN TEATRO NO”
SHANGAY ⇒ Has conseguido lo que Félix Sabroso intentó varias veces, que Candela Peña debute sobre las tablas. ¿Cómo la convenciste?
CESC GAY ⇒ Y lo estoy sufriendo [risas]. No la convencí de ninguna manera. Candela es una mujer que si le quieres sacar algo tiene que venir ella a ti, no al revés. Tenemos una relación muy clara y muy sincera. Ella sabía que lo había montado en Barcelona y la llamé para ofrecérselo. “¿Por qué me llamas? No me llames”, me decía. Pero se lo mandé. Está nerviosa y te dirá que lo está pasando fatal, porque ella es así. Aparte, está con ese drama de que se cree la sustituta de mi mujer [Àgata Roca interpretaba su personaje en Barcelona]. Pero la veo dando un paso al frente en su carrera, como me está pasando a mí. Un paso que es arriesgado y que te da mucha inseguridad, pero que hay algo que te lleva a darlo. Sé que va a salir muy contenta de esta experiencia.SHANGAY ⇒ Tienes fama de gran director de actores, gracias a tus películas cuatro intérpretes han conseguido un Goya. ¿Crees que ocurrirá lo mismo en teatro?
CESC GAY ⇒ Yo no opino sobre mí, pero en cine un actor hace cosas que a lo mejor no entiende o no sabe. Incluso puedes disimular a un mal actor, pero en teatro no.
Fotos Cesc Gay: miguelangelfernandez.net
LA OBRA LOS VECINOS DE ARRIBA SE REPRESENTA EN EL TEATRO LA LATINA (PZA. DE LA CEBADA, S/N) DE MADRID.