Seis años de reflexiones, ideas y pensamientos. Eso es lo que ha recogido Rozalén en su primer libro, Cerrando puntos suspensivos, con el que pone fin a un ciclo lleno de éxitos. Si nos ceñimos solamente a los últimos meses, podemos destacar entre ellos las grandes críticas que ha recibido su último álbum, Cuando el río suena…, cargado de historias familiares y de denuncia social; también el buen recibimiento que está teniendo en Latinoamérica, sus dos recientes nominaciones a los Grammy Latinos o las numerosas colaboraciones con compañeros de profesión. De ahí que la albaceteña haya decidido acompañar su libro con un disco en el que recoge todos los dúos que ha grabado a lo largo de su trayectoria, bajo el título de Donde comen dos… Una pequeña seña de todo lo que ha conseguido la cantautora en este tiempo, y del cariño que se ha ganado.
SHANGAY ⇒ La última vez que estuvimos contigo aún no habías lanzado tu último álbum, Cuando el río suena… ¿Cuántas cosas has vivido desde entonces?
ROZALÉN ⇒ Ha pasado de todo con este disco, tanto que parece mentira que haya pasado solo un año de gira. Lo que ha ocurrido con Girasoles, La puerta violeta, con Justo, con El hijo de la abuela… es increíble, creo que ha sido mi disco escalón. Sigue estando entre los diez más vendidos del país, he conseguido mi primer disco platino, me han nominado a los Grammy Latinos, hemos multiplicado el público de manera brutal, me han criticado más que nunca… Y creo que también me han querido más que nunca.
SHANGAY ⇒ ¿Has recibido muchas críticas?
ROZALÉN ⇒ Sobre todo a nivel político, pero es normal. Hay gente que no piensa como yo, y eso les molesta…, entonces me critican. Pero quien no se quiera subir al carro, que se quede donde está.
SHANGAY ⇒ ¿Qué ha supuesto para ti estar nominada a los Grammy Latinos como mejor álbum y mejor canción por La puerta violeta?
ROZALÉN ⇒ Es el reconocimiento más grande que he tenido a nivel internacional. Aquello es surrealista total. Cuando me vi en Las Vegas, rodeada de tanto postureo, mucho tacón, mucha lentejuela…, pensaba «¿qué hago aquí?». Pero me lo he pasado que te cagas. Además, este año hemos estado nominados muchos españoles e hice piña con Vetusta Morla, Leiva, Beatriz Luengo, Rosalía… Y he sabido disfrutar de todo. Es algo que te abre muchas puertas hacia Latinoamérica y Estados Unidos. Además, el hecho de que te hayan nominado significa que tus compañeros valoran tu trabajo, porque son los que votan, y eso mola.
SHANGAY ⇒ Vimos en las redes sociales que efectivamente hiciste buenas migas con Rosalía. ¿Qué te parece la polémica que está habiendo acerca de la apropiación cultural en su último trabajo?
ROZALÉN ⇒ La gente no se puede alegrar nunca porque a alguien le vaya bien. No entiendo por qué la critican tanto. A los catalanes les molesta que no hable catalán, a los andaluces que les imite, a los gitanos, a los antitaurinos… A mí lo que me parece es que el éxito que está teniendo no había ocurrido nunca aquí, y deberíamos estar apoyándola a muerte porque tiene mucho talento, y porque a nivel internacional nunca nadie había dado tanto que hablar. Ahora todo el mundo la valora fuera de España… y aquí no lo hacemos.Yo flipo con lo que hace y la voy a defender siempre, a ella y a todas mis compañeras.
SHANGAY ⇒ Volviendo a tus nominaciones, has hablado en alguna ocasión lo importante que es que una canción como La puerta violeta haya llegado tan lejos…
ROZALÉN ⇒ Hombre, y más que haya estado nominada en un lugar en el que predomina lo urbano. Que hayan votado esa canción ha sido lo más emocionante. Una canción feminista en los Grammy Latinos…, en ese sentido sí que deseaba que ganara. Pero llegar hasta ahí ya es superimportante, y eso significa que la lucha de las mujeres está siendo muy poderosa.
SHANGAY ⇒ ¿Existe un cambio en la industria?
ROZALÉN ⇒ Cambio está habiendo, pero aún somos minoría absoluta. Vamos por buen camino, y eso me parece esperanzador, pero aún queda tanto por hacer…
SHANGAY ⇒ Muchas de tus canciones se han convertido en himnos que defienden importantes causas. ¿Te sientes cabecilla de estos movimientos?
ROZALÉN ⇒ Yo no soy cabecilla para nada, yo ya tengo mis referentes. Yo flipaba con Bebe cuando te cantaba Malo o Ella, con Martirio, Amparo Sánchez, Luz Casal, Ana Belén… Todas ellas son las verdaderas cabecillas. Yo escribo mucho por y para la mujer, pero es que hay tantas que lo han hecho antes y lo siguen haciendo, que no me siento como tal. Yo no habría sido nada sin las mujeres que han venido antes.
SHANGAY ⇒ ¿Y sientes la responsabilidad de transmitir estos mensajes?
ROZALÉN ⇒ Absolutamente. Siento esa responsabilidad desde que empecé a tener seguidores. Y anda que no he publicado cosas con las que me han dejado de seguir algunos…, pero yo les digo que cierren al salir. A mí me gustan los artistas comprometidos y yo elijo eso, y a veces me muerdo la lengua porque sé que siempre va a haber quien me critique. Pero cuando se trata de una causa humana no puedo evitar posicionarme, ahí me da igual lo que me digan. Cuando yo comparto que me parece muy bien que España acoja refugiados y me responden «mételos en tu casa», no me gusta nada. Que la gente no sea humana y quiera ver morir a gente no me gusta. Yo respeto cuando alguien se calla, pero si yo veo una injusticia no puedo callarme, me enveneno si lo hago.
SHANGAY ⇒ ¿Esa vena reivindicativa queda reflejada en tu libro?
ROZALÉN ⇒ En el libro meto incluso más caña, porque además también digo de dónde vienen mis canciones, cuento encontronazos con periodistas, con compañeros… Cuento lo que ha supuesto para mí que me critiquen por defender la memoria histórica, el feminismo u otras causas… Lo cuento todo, pero también con mucho cuidado. Tampoco digo todo lo que pienso.
SHANGAY ⇒ Pero no todo es política, también hablas de tu tierra, tu familia, tu experiencia en la música…
ROZALÉN ⇒ Sí, hablo de mis amistades, de lo que ha sido para mí cantar con gente que admiro. Hablo de mis animales, hablo de todas las cosas más importantes que he vivido en estos años, de cuando aquí me rechazó la primera sala en Madrid y a los meses me pidió cantar ahí. Está todo lo que me ha ocurrido en los últimos seis años.
SHANGAY ⇒ El libro se llama Cerrando puntos suspensivos. ¿Ya no habrá más títulos con refranes inacabados?
ROZALÉN ⇒ No lo sé, pero me gustaba este título para cerrar una etapa y englobar todo. Era perfecto, y no lo pensé yo, claro… Yo lo de los títulos lo llevo fatal.
SHANGAY ⇒ El año pasado formaste parte de Operación Triunfo 2017 componiendo una canción para Amaia. ¿Estás siguiendo la edición de este año?
ROZALÉN ⇒ La estoy viendo poco porque no tengo tele, me entero de lo que me llega por redes. Pero sí sé que hay una chica que se llama Julia y ha cantado canciones mías, y he visto sus vídeos.
SHANGAY ⇒ Entonces, estarás al tanto de las polémicas que está generando, como el caso ‘mariconez’…
ROZALÉN ⇒ Me pongo enferma cuando dicen que Mecano es homófobo. Es de los grupos que más han hecho por la homosexualidad en este país, y hay que saber distinguir cuándo una canción se hizo en un contexto determinado, y cuándo hay cosas que no tienen importancia. Entre mis amigos gays nos decimos maricona tú, maricona yo… Y ‘mariconez’ en ese contexto tenía ese significado. Hay que indagar un poco más, saber de dónde viene, de quién viene, y después juzgar.
SHANGAY ⇒ ¿Pero crees que es necesario que el lenguaje evolucione?
ROZALÉN ⇒ Las cosas están cambiando de manera natural. Se nota que a la hora de escribir todos cuidamos no hacer daño a nadie, pero no por eso voy a dejar de escuchar a Sociedad Alkoholica o a Santiago Auserón, que con lo intelectual que es y lo que cuida a las mujeres cantaba «Y si te vuelvo a ver pintar un corazón de tiza en la pared, te voy a dar una paliza…»; y en absoluto quería incitar al maltrato. Al final nos vamos a quedar todos encerradicos en casa, no vamos a poder hacer chistes ni nada… Yo lo veo muy exagerado todo, no me siento libre escribiendo y eso no me gusta.
SHANGAY ⇒ ¿Tienes miedo a la hora de componer?
ROZALÉN ⇒ Claro, si no podemos decir nada. Da igual lo que escribamos, seguro que le va a molestar a alguien. Es un coñazo, pero no puedo decir coñazo porque es machista, ¿ves?
SHANGAY ⇒ Hablando de componer, ¿has pensado presentar un tema para Eurovisión como hiciste con Al cantar para Amaia?
ROZALÉN ⇒ No, tampoco me lo planteé el año pasado. Me lo propusieron y dije «voy a hacer algo muy antieurovisivo», y al final la escogieron.
SHANGAY ⇒ ¿Estás trabajando con ella en su primer álbum?
ROZALÉN ⇒ No. Solo sé que lo produce Raül Refree y que están siendo autorías suyas, que me parece lo más inteligente. Las veces que nos hemos encontrado la he visto superfeliz, y si me necesita sabe que estoy aquí.
SHANGAY ⇒ También has compuesto para Ana Belén, una de tus referencias…
ROZALÉN ⇒ Solo he compuesto para Raphael, para Amaia y para Ana Belén, ya no puedo ir hacia abajo. La primera vez que escuché Mujer valiente cantada por ella se me caían las lágrimas. La hice pensando en ella y no puede cantarla mejor. Ana Belén es un referente total.
SHANGAY ⇒ Entre todas estas buenas noticias está lo bien que te ha recibido el público en tu viaje a Colombia…
ROZALÉN ⇒ Ha sido brutal. Colombia es el país que mejor nos ha acogido en Latinoamérica. Pero sí, vamos dando saltitos. Argentina cada vez mejor, México ahora vuelvo para allá y superbién. Chile, Perú… Y todo lo que queda, quiero recorrer todos los rincones. Vamos a ir abriendo fronteras. Estamos colaborando mucho artistas de allí y de acá.
SHANGAY ⇒ ¿Has empezado a trabajar en tu próximo álbum?
ROZALÉN ⇒ Pues ahora vamos a parar tres meses, hasta marzo. En enero quiero desaparecer del planeta un poco, y luego componer, aunque ya estoy escribiendo cosas. En abril retomo la gira, así que voy a hacer de todo un poco.
SHANGAY ⇒ Imaginamos que seguirá la misma línea que tus primeros trabajos…
ROZALÉN ⇒ Con nosotros, que el mundo espere lo que sea, porque no vamos a dejar de investigar y de mezclar.
el libro de rozalén, cerrando puntos suspensivos está editado por aguilar.
el álbum donde comen dos… está editado por sony music spain