La Iglesia luterana de Noruega aprobó ayer lunes permitir enlaces matrimoniales entre personas del mismo sexo en sus centros religiosos. De los 115 delegados del Sínodo General, órgano de decisión de la iglesia luterana, 88 de ellos dieron el sí al matrimonio homosexual.
De momento, se establecerá un nuevo ritual segregado para estas uniones matrimoniales hasta que se complementen con las uniones heterosexuales en enero de 2017. La medida también contempla la abstención de aquellos eclesiásticos que no estén de acuerdo con presidir las uniones matrimoniales de personas homosexuales. Se estima que en Noruega el 73% de su población profesa la religión luterana.
Kai Steffen Ostensen, miembro del Sínodo General, declaraba “Es para mí un sueño. Pronto podré casarme en la iglesia. No soy diferente, soy una persona que ama a otra persona”.
El matrimonio homosexual ha sido un tema muy controvertido en los últimos veinte años en la Iglesia luterana del país escandinavo. En el año 2014 hubo un intento de hacerlo factible, pero no hubo éxito. De ese fracaso surgió el grupo Iglesia Abierta, que ha luchado firmemente por el matrimonio igualitario. “Es una gran día para mí, para Iglesia abierta y para la Iglesia luterana. Por fin vamos a poder celebrar el amor independientemente de a quién se ame”, proclamaba Gard Sandaker-Nilsen, líder de la organización, en declaraciones a la NRK.
Noruega sigue así a sus dos países vecinos, Suecia y Dinamarca, cuyas respectivas Iglesias luteranas ya aprobaron la celebración de matrimonios homosexuales, en los años 2009 y 2012 respectivamente.