El programa Britain’s Got Talent sigue ofreciéndonos momentos cautivadores de esos que hacen que se nos encoja el corazón.
Jack Higgins deleitó al público con un espectáculo de ballet muy sencillo, limpio y profesional. Tiene 14 años y lleva nueve practicando danza clásica, y supo demostrar ese bagaje en el escenario, encandilando tanto al público como al jurado. “Bailar es la vida de Jack”, explicaba su madre en el backstage. Tan bien lo hizo que se alzó con los cuatro síes del jurado, incluido el del temible Simon Cowell.
Jack se sentía muy orgulloso de sí mismo por poder demostrar sus aptitudes artísticas, pero no todo en su vida ha sido color de rosa. Confesó emocionado al público que en el colegio sus compañeros de clase le hacían bullying por practicar ballet, le espetaban que era gay y que el ballet era cosas de chicas. “¿Sabes lo único que odian los acosadores? Que lo hagas bien”, le dijo Cowell a Jack, en un amago por animarlo. Y concluía con una felicitación al chico: “Veo lo duro que has trabajado y te felicito por ello Jack”.