En julio, Pet Shop Boys ofrecerán cuatro conciertos exclusivos en Londres, que han llamado Inner Sanctum, como una de las canciones de su último disco. Serán en el Royal Opera House, y han prometido que serán únicos e irrepetibles.
Como las entradas se agotaron hace meses, se agradece que sepamos ya las primeras fechas de su próxima gira mundial para presentar Super, y que anuncian como una gran celebración de su carrera, dado que este año celebran un aniversario muy sonado.
La gira arrancará en Estados Unidos, el 21 de octubre en Las Vegas. Y de momento son dieciocho las fechas confirmadas allí y en Canadá. Llegará a Europa el 23 de noviembre, con un primer concierto en Leipzig (Alemania). De momento no hay ninguna fecha confirmada en España.
¿Por qué tienen tanto que celebrar este año Pet Shop Boys? Aquí van varios motivos evidentes.
• 30 años no son nada
Es lo que diría Nacha Guevara, aunque lo cierto es que estas últimas tres décadas suponen mucho en la carrera –y las vidas– de Neil Tennant y Chris Lowe. 30 años después de su primer número 1, West End Girls, aquí siguen, fieles a sus principios, a su sensibilidad y a su pasión por hacer –grandes– canciones pop. No han querido celebrar sus tres décadas de gloria con un recopilatorio, una reedición o mirando hacia atrás, sino con la mirada puesta en el presente y con un nuevo álbum, Super. Su eufórico título ya indica por dónde van los tiros. En este momento de su carrera, Pet Shop Boys no quieren dramas en su vida.
• Lo suyo es sonar a Pet Shop Boys
En el hipotético caso de que nunca antes hayas escuchado a Pet Shop Boys, si los descubres con Super te haces perfectamente a la idea de cuál es su estilo. Si lo tienes más que asimilado, descubrirás que a estas alturas siguen siendo capaces de ofrecer nuevas variantes de su propio sonido sin perder nunca su esencia. Aseguran que a nivel de producción buscaban que su música respirase de un modo parecido al de sus primeros álbumes, y para ello han contado con un aliado que siempre que ha colaborado con ellos ha sabido sacar lo mejor del dúo, Stuart Price. Es un experto en reinventar el legado de grandes estrellas –lo ha hecho también con Madonna–, y siempre logra que dé la sensación de que se ha divertido enormemente trabajando. Aquí se intuye en las canciones más traviesas del disco, cuando tontean abiertamente con la EDM (Happiness) o el reguetón (Twenty-Something).
• Las penas se quitan bailando
Elysium era un disco que daba pena. No solo por el tono algo lúgubre que predominaba en él, también porque en él Pet Shop Boys sonaban descafeinados y poco inspirados. Fue reunirse con Stuart Price para grabar el anterior Electric y sentir como si les hubiesen dado un chute de vitaminas. Recuperar la música de baile como principal fuente de inspiración les sentó muy bien, y es comprensible que hayan querido continuar en esa línea con Super. Chris Lowe ha llegado a declarar que comparte con Price una manera de entender el dance muy parecida, a ambos les gusta buscar momentos en las canciones que inviten a levantar los brazos al aire y abandonarse al éxtasis en la pista. Varias canciones lo propician en Super, empezando por The Pop Kids, siguiendo con Groovy y terminando con Burn.
• Londres como epicentro
Son adalides del pop británico desde hace treinta años, y Londres continúa siendo el decorado de muchas de sus canciones. En este disco hay dos en que se convierte en un personaje más del tema. En la brillante The Pop Kids es el escenario en donde se desarrolla la historia, repleta de melancolía y pasión por la música, que cuenta. En Twenty-Something, que tiene cierto tono de farsa envenenada, Pet Shop Boys critican que el centro de la capital británica viva un momento de inmerecida decadencia por culpa de decisiones interesadas en las que solo se tiene en cuenta el dinero. El amor por esta ciudad sigue impregnando sus letras tres décadas después, y en ella lo presentarán en directo con cuatro conciertos únicos en julio, entre el 20 y el 23, en el Royal Opera House. Las entradas volaron hace tiempo, claro.
• Para ellos, menos sigue siendo más
Han demostrado en muchísimas ocasiones a lo largo de su trayectoria que no necesitan recurrir al barroquismo para emocionar y hacer bailar. En este nuevo disco de rotundo título vuelven a apostar en algunos momentos por una economía de elementos y una sensibilidad minimalista llamativas. Y no por ello Pazzo! o Inner Sanctum son menos Pet Shop Boys que Burn o Undertow. Lo mismo se puede decir del diseño del disco, una vez más firmado por su habitual colaborador Mark Farrow. En un momento en que, como ellos mismos suelen repetir en sus entrevistas, impera el narcisismo máximo, Pet Shop Boys optan por no aparecer siquiera retratados en las ediciones físicas de sus álbumes. Y recordemos que cuando lo hacían nunca era por salir sin más, sino siempre con una intención expresiva clara, al servicio de un discurso. Así sigue siendo, aunque no se les vea ni en la portada de Super. Son músicos de principios, y si no procede salir, no salen. Todo sea por el bien de su obra.
EL DISCO SUPER DE PET SHOP BOYS ESTÁ EDITADO POR X2/KOBALT/POPSTOCK!