La gala de los premios Billboard 2016 prometía ser una gran velada, pero el resultado fue aún mejor de lo esperado. Como si de una gala de hace décadas se tratase, el punto de partida lo marcó Britney Spears, mientras que Madonna se encargó de echar el cierre. Una gala muy emotiva donde también hubo hueco para las nuevas generaciones: The Weeknd fue el triunfador de la noche, Rihanna se marcó una actuación brillante y Ariana Grande caldeó el ambiente con su nuevo single Into You. En una ceremonia que apenas dejó tregua para el aburrimiento, no resulta fácil destacar las mejores actuaciones de la noche, pero nosotros tenemos nuestras favoritas.
La actuación de la reina del pop fue la más emotiva de la noche. Envuelta en lágrimas, Madonna cerraba la gala sentada en un trono color purpura para rendirle homenaje a su fallecido amigo Prince. La cantante se atrevió con Nothing Compares To You y Purple Rain, esta última a dúo con el mítico Stevie Wonder. Un tributo sobrio y elegante donde Madonna hizo lo que mejor sabe hacer: triunfar.
Si no contamos el tributo de Madonna a Prince, la actuación de Britney era el gran reclamo de la noche. Como ya adelantábamos en Shangay, la vuelta de Spears era esperada por todos por una razón obvia; la artista ha recuperado su esencia gracias a su residencia en Las Vegas. Con un medley que repasó su carrera de forma más o menos acertada (se dejó fuera temas como Baby One More Time o I Wanna Go, su mayor éxito en EE UU), Britney se movió el escenario como nunca. Hacía más de una década que no veíamos así a la princesa del pop.
Tras el devastador año por el que tuvo que pasar Céline Dion al enfrentarse a la pérdida de su hermano y su marido en cuestión de meses, la cantante desplegó su chorro de voz en el T-Mobile Arena de Las Vegas para interpretar una versión del Show Must Go On, dando por hecho su vuelta a los escenarios con una canción que le venía como anillo al dedo. Para rematar este gran retorno, la canadiense recibió el Icon Award de manos de su hijo.
La noche estuvo llena de regresos y ella no podía faltar. Ke$ha no pisaba un escenario desde que empezó su batalla legal con el productor Dr. Luke, y esta actuación suponía una victoria para la interprete de Die Young. Su regreso ha estado lleno de polémica, pues estuvo a punto de cancelarse por culpa del contrato que la cantante sigue teniendo con el productor y su discográfica. Una versión del It Ain’t Me Babe de Bob Dylan y la mayor ovación de la noche bastaron para dar comienzo a la nueva etapa de Ke$ha.
Su actuación no destacó de forma especial. Aparte de compartir escenario con Nick Jonas y Tove Lo, Lovato interpretó Cool For The Summer, un single lanzado hace ya un año y que poco sentido tenía volver a cantar ahora. Fuera de cualquier asunto musical, Demi ha sido noticia por la vestimenta que llevó anoche. La cantante decidió ponerse una camiseta relacionada con la polémica Ley de Baños de Carolina del Norte, rompiendo una lanza a favor de los derechos LGTB y posicionandose al lado de las personas transexuales que están sufriendo la homofobia del estado americano.