En las últimas horas hemos conocido que el grupo terrorista y autoproclamado Estado Islámico ha reivindicado la masacre del bar gay Pulse de Orlando, tal y como anunció hace unas horas la agencia de noticias Amaq, vinculada al grupo terrorista. “El ataque armado contra un club nocturno de homosexuales en la ciudad de Orlando en el estado estadounidense de Florida… fue perpetrado por un combatiente del Estado Islámico”, ha señalado en un comunicado.
Sin embargo, las autoridades estadounidenses siguen adelante con la investigación y aún están estudiando si se trata de un acto terrorista internacional o doméstico o si, por el contrario, se trata de una acción ejecutada por un lobo solitario. Las dos grandes hipótesis se centran tanto en el ataque terrorista islamista, por los datos conocidos en las últimas horas, como también en la posibilidad de que se trate de un crimen de odio homofóbico, tal y como señalan familiares del agresor.
Antes de dirigirse al bar Pulse, Omar Mateen llamó al número de emergencias 911 y juró su lealtad al ISIS, e incluso hizo mención a los responsables del atentando de la maratón de Boston en 2013, donde murieron tres personas y hubo decenas de heridos.