El perfil de Omar Mateen, autor del reciente atentado de Orlando que ha dejado un balance momentáneo de 50 víctimas mortales, no era precisamente el de un ciudadano ejemplar ni mucho menos. Nació en la ciudad de Nueva York en el seno de una familia de origen afgano. Residía en la localidad de Port Saint Lucie, a 200 km de Orlando. Tenía un hijo de tres años y estaba divorciado de su mujer desde el año 2011. La ex esposa, en declaraciones al diario The Washington Post, ha afirmado que Mateen la maltrató físicamente durante los pocos meses que duró su matrimonio. “Era violento y mentalmente inestable. Me pegaba. Llegaba a casa y me empezaba a pegar porque la colada no estaba terminada o cosas así”. Daniel Gilroy, ex compañero de trabajo de Mateen, ha declarado al diario Los Angeles Times que Mateen era un tipo peligroso. “Era peligroso, no le gustaban los negros, las mujeres, las lesbianas ni los judíos”. Gilroy informó a sus superiores sobre el comportanmiento de Mateen, pero estos hicieron caso omiso a sus advertencias. “En la vida hay fanáticos. Pero él lo superaba todo. Siempre estaba enfadado, sudado, simplemente cabreado con el mundo. Sabía que algo así iba a suceder”.
El autor de la masacre trabajaba como guardia de seguridad en un centro de menores, lo cual significa que tenía acceso a armas de fuego y estaba entrenado en el uso de ellas; según las autoridades, poseía licencia legal de armas. Mateen había comprado, hacía solo dos semanas, una pistola de mano Glock y un rifle de asalto semiautomático AR-15, ambas armas utilizadas en la matanza de Orlando.
Mateen era ya un conocido por las fuerzas de seguridad estadounidenses, pues fue investigado en dos ocasiones por el FBI por una posible vinculación a grupo terrorista. En 2013 por publicar mensajes a favor del grupo terrorista Estado Islámico en sus redes sociales. Y en 2014 por aparentemente querer cometer un ataque suicida, aunque las autoridades consideraron la investigación no concluyente. “Esas entrevistas resultaron poco concluyentes, entonces no había por qué continuar con la investigación”, aclaró Ron Hoper, agente del FBI, en rueda de prensa.
Omar Mateen fue abatido en el interior del bar Pulse tras el asalto policial efectuado para liberar a los 30 rehenes que tenía secuestrados.