48 horas después de que los británicos dijeran sí al Brexit en referéndum, Londres se dispuso a quitarse el sabor amargo del resultado (en la capital británica ganó el sí a la permanencia por amplia mayoría) y se dispuso a disfrutar de la semana grande de la ciudad, el London Gay Pride.
Este año, la marcha estuvo marcada por un suceso insólito que acaparó la atención no solo de los participantes y asistentes al evento, sino también de la opinión pública británica. Un agente de la Policía Metropolitana de la ciudad se saltó el protocolo establecido para dirigirse a su pareja que asistía al desfile del Orgullo como mero observador, pero acabó convirtiéndose en protagonista del evento cuando el agente le pidió matrimonio delante de miles de personas.
Un acto que han recogido las cámaras de cientos de videoaficionados y del grupo MET LGTB, una asociación de apoyo a la comunidad gay dentro del cuerpo policial, que ha sido la responsable del lanzamiento y la viralización de la peculiar y hermosa pedida de mano. El vídeo, a través de Facebook, ha cosechado alrededor de 12 millones de reproducciónes en menos de 24 horas. Una cámara de la cadena británica ITV también capturó este especial momento que quedará para siempre en el recuerdo, no solo de la pareja, sino de la sociedad británica en su conjunto, ya que de alguna manera relfeja la evolución en positivo, por parte de las fuerzas de seguridad del estado del país, de la visibilidad y normalización del colectivo LGTB.