En las próxima semanas veremos la nueva edición, la número 17, del reality más reconocido del panorama televisivo, Gran Hermano, esta vez presentado por Jorge Javier Vázquez. Concursantes de todo tipo han habitado la casa de Guadalix, pero sin duda alguna, uno de los que más llamó la atención del público fue Rafa López, perteneciente a la cuarta edición y conocido como ‘el cura de Gran Hermano’. En la actualidad poco le queda de su imágen como sacerdote, pues en el tiempo transcurrido se ha convertido en un madurito que desprende cierto sexappeal.
Entró en la casa como seminarista, tomándose la convivencia en Guadalix como un momento de reflexión antes de tomar la decisión de colgar el hábito. Tras quedar finalista en el reality, se apartó radicalmente de los medios de comunicación cansado de las críticas en torno a su persona (muchos lo calificaban como mojigato) y del eterno debate sobre su verdadera orientación sexual.
En el año 2014, Rafa reapareció por sorpresa en el programa Sálvame y reconoció en una entrevista que era gay y que estaba felizmente casado. Ahora, varios años después de su debut televisivo, ha cambiado totalmente su vida e imagen personal, tal y como recogen las fotografías de su perfil de Facebook en las que vemos a un interesante y sexy madurito que poco tiene que ver ya con el mundo sacerdotal.