Se llaman maledolls y es una novedad que goza de gran popularidad. En realidad, es la versión masculina de las maniquíes de plástico realistas pensadas para el uso sexual –o las conocidas como muñecas hinchables y, aunque aún son poco conocidos y están pensados para las mujeres como público objetivo, a día de hoy la mayoría de los compradores de estos muñecos son gays.
Los fabrica la empresa Sinthetics, que hace únicamente 150 ejemplares al año, generando así una exclusividad que les lleva a contar con listas de espera.
Los muñecos pueden presumir de una mirada intensa, barba de dos días y músculos marcados. Tienen un cuerpo en forma de armadura articulada y su cabello es humano o de yak, que insertan de forma manual para mayor naturalidad.
Si te estás preguntando por sus partes íntimas, que sepas que el pene del muñeco no siempre está erecto, sino que hay varios modelos de quita y pon para que sea más realista. Los tienes en reposo, circuncidados, sin circuncidar, grandes, pequeños, venosos… A gusto del consumidor.
El primer muñeco masculino de Sinthetics salió al mercado en las Navidades de 2012, y desde entonces su clientela la conforman sobre todo parejas homosexuales con ganas de animar su vida íntima. La altura de los muñecos es de 1,70 y pesa unos 45 kilos.
Ya sabes que a falta de pan, buenas son tortas…