La historia de Takashi Nayaka y Dale Green es una de esas historias que nos llegan al corazón, ya que la pareja disfruta de sus últimos días juntos, debido a la enfermedad mortal que sufre uno de los cónyuges. Dale (85 años), un veterano estadounidense de la Guerra de Corea, y Takashi Nayaka (53), de origen japonés, se conocieron hace tres décadas mientras trabajaban en una fábrica textil de Lima, Perú. Fue ahí donde iniciaron una relación sentimental.
Tiempo más tarde se trasladaron a Japón, donde han residido la mayor parte de su vida en pareja. Hasta que un fatídico día del pasado mes de agosto, Green sufrió lo que a priori parecía ser un ictus, pero que más tarde se tradujo en un melanoma maligno en avanzado estado de evolución. La situación legal de Dale en el país nipón le impedía recibir cobertura sanitara, así que se vio obligado a viajar a Estados Unidos junto con su pareja para tratar su enfermedad. Tras vivir tantos años en Japón, la pareja desconocía los avances surgidos en materia de derechos LGTBde los últimos años en el país, concretamente la ley que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo a nivel nacional, aprobada en junio de 2015.
Ante tan extrema situación, no se lo pensaron dos veces y tomaron la decisión que tanto ansiaban desde hacía más de 30 años, convertirse en cónyuges legales, ya que en Japón el matrimonio homosexual no está permitido. A lo pies de la cama de una de las habitaciones del Hospital de Veteranos de Los Ángeles, donde Dale estaba ingresado, contrajeron matrimonio en una emotiva ceremonia, cuyos testigos fueron los propios sanitarios del centro. Debido a su precaria situación económica, Nayaka ha tenido que dejar a Dale en las buenas manos de los trabajadores del hospital y volver a Japón para cumplir con sus obligaciones laborales, y las conversaciones por Skype son el único nexo de unión de la pareja.
En este tiempo, la salud de Dale ha empeorado considerablemente y su único deseo era poder ver a su marido antes de morir. Un deseo que afortunadamente se hizo realidad hace tan solo unos días, tal y como muestra esta grabación del emotivo encuentro.
La difusión de la historia de Takashi y Dale ha producido una oleada de solidaridad. Varios particulares han ofrecido a la pareja sus propias casas para que pasen allí sus últimos días juntos, la posibilidad de usar un avión privado para que viajen a Japón e incluso la apertura de una cuenta en GoFundMe para sufragar los gastos de la pareja.