SHANGAY ⇒ Sales muy reforzada, a nivel de imagen pública, de los especiales OT: El Reencuentro. ¿Cómo es posible que hayas cambiado tan poco en cuanto a carácter y actitud en estos quince años?
CHENOA ⇒ ¿Eso es bueno o malo? [risas]. La base creo que es la misma, aunque la evolución es importante. Me he dedicado a desaprender cosas mal aprendidas en estos años en cuanto a cómo tomarme la vida. Antes era todo muy a pecho y ahora es todo como “ah, vale, ¡guay!”.
SHANGAY ⇒ ¿Cómo llevas que cada posible gesto o mirada entre David Bisbal y tú, en los especiales y en el concierto, sea lo que más expectación despierta?
CHENOA ⇒ Con empatía y comprensión, sin preocuparme por el qué dirán y siendo yo misma.
SHANGAY ⇒ Reírte de ti misma en el ‘momento chándal’ ha sido muy grande. ¿Por qué te lo tomas ahora así de bien?
CHENOA ⇒ Porque si no me río yo, mal vamos. Lo veo cada año en los medios quiera o no quiera, pero la verdad es la que visteis en el programa: estando con mis amigas de toda la vida, riéndonos de lo pasado, de lo sanado… y quitando toxicidad a algo que fue difícil.
“LA VERDAD ES LA QUE VISTEIS EN EL PROGRAMA: CON MIS AMIGAS DE TODA LA VIDA, QUITANDO TOXICIDAD A ALGO QUE FUE DIFÍCIL”
SHANGAY ⇒ ¿Qué esperas llevarte de la experencia de este Reencuentro?
CHENOA ⇒ Ya hace meses que vivo llevándome muchas sensaciones, y todas muy buenas.
SHANGAY ⇒ ¿Qué es lo que menos has disfrutado de este gran lío que es OT: El Reencuentro?
CHENOA ⇒ Ya con mis cuarenta, meterte sin saber, o dándotelas de inocente, no cuela. Sabía perfectamente con qué tendría que lidiar y lo que habría que gestionar, así que gracias al humor me lo estoy pasando de diez, y sin muchos contratiempos. Sí quería dar las gracias al público por tanto cariño y apoyo. Son ya quince años, y que la gente nos siga queriendo es un lujo, todo un privilegio.