Los aceites naturales que manan de nuestro cuero cabelludo son una especie de barrera protectora frente a los agentes externos. Por costumbre, la mayoría de los chicos llevamos el pelo corto. Eso hace que lavárselo sea cómodo, por lo que es muy común adquirir la costumbre de hacerlo siempre que nos duchamos.
Seguro que has escuchado a muchos chicos decir que tienen el pelo graso y por eso necesitan lavárselo cada vez que se duchan. Eso no es del todo cierto. Aunque hay gente que efectivamente tiene una piel o un pelo más grasos, lo que sucede generalmente es que al retirar la grasa natural del pelo con tanta frecuencia, éste se ‘ve obligado’ a producir más cantidad de sebo para protegerse de las agresiones externas.
De este modo, necesitas lavarlo todos los días para no llevar la cabeza como una sartén. Pero debes tener en cuenta que a la larga estás resecando tu pelo y haciendo cada vez más graso tu cuero cabelludo. Es probable que incluso comience a caerse y a estropearse más, sobre todo si te peinas con instrumentos de calor, ya que si te lavas el pelo cada día, deberás utilizar también secador o planchas.
Por eso lo ideal es lavarse el cabello tres o cuatro veces por semana. Al principio te resultará imposible porque tu pelo está acostumbrado a producir mucho sebo, pero la única manera de hacer que pierda ese ‘vicio’ es empezar a lavarlo menos.
Algunos trucos que puedes usar para que te aguante más tiempo limpio son:
1. Usar champú en seco
Puede ayudarte a prolongar el tiempo entre lavados, no es nada agresivo y tienes una amplia oferta en el mercado. También puedes usarlo para dar volumen a tus peinados.
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2. Evita gorros, gorras y sombreros
Lo cierto es que dejan el pelo más aplastado y más oleoso. No es plan de erradicarlos de nuestros looks, pero desde luego pueden usarse de una manera inteligente.
Por ejemplo, aprovecha para usarlos cuando ya te toque lavarte el pelo al día siguiente en lugar de con el pelo recién limpio.
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3. Aléjate de los champús antigrasa o purificantes
Con ellos sucede lo mismo que con cualquier otro champú: al principio te hará sentir el pelo más limpio, pero lo volverá más graso a largo plazo.
Tras un par de semanas usándolo, el pelo se acostumbra y producirá más sebo, por lo que deberás lavártelo más a menudo. Además, contienen gran cantidad de sulfatos que resecan en exceso, aportando caspa, abriendo las puntas y acelerando la caída.
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4. Haz del limón tu aliado
Ocasionalmente, puedes aplicarlo en tu cuero cabelludo si lo sientes excesivamente graso. Su poder astringente te ayudará a reducir el exceso de sebo, pero al ser algo natural, no estarás agrediendo tu cuero cabelludo.
Eso sí, cuidado con exponerte al sol después, ya que entonces tu cabello podría aclararse.