El actor californiano Jake Gyllenhaal ha tenido el reto de interpretar en la última película del director y diseñador Tom Ford, Animales nocturnos, a uno de sus protagonistas y su alter ego dentro de una novela ficticia que constituye una segunda línea narrativa en la cinta. Además de la riqueza estilística de Ford, que ya demostró lo que era capaz de hacer en su ópera prima Un hombre soltero, la película gana puntos gracias al sobrio y acertado tándem que forman Amy Adams y Gyllenhaal, este último con un arco dramático que marca el desarrollo del thriller. Una transformación que podría resultar una buena analogía de la filmografía del actor.
Han pasado quince años desde que protagonizó Donnie Darko, una película que pasó sin pena ni gloria en su estreno –a causa del atentado del 11-S y la similitud con su trama– pero que se ha ido convirtiendo con el tiempo en una cinta de culto alabada por la crítica. Este acierto en su carrera con tan pronta edad fue un gran impulso para no dejar de trabajar, siempre alternando películas independientes como Enemy con grandes superproducciones de la talla de El día de mañana. Aunque la película que le otorgó una mayor popularidad y le valió la nominación al Óscar como actor de reparto fue Brokeback Mountain, un gran referente del cine LGTB en donde compartió cartel, y un romance en la ficción, con el fallecido Heath Ledger. Con esta tendencia ascendente en la trayectoria de Jake Gyllenhaal y la cantidad de proyectos que tiene previstos durante los próximos años para sumar a su filmografía, no es de extrañar que sea uno de los actores más respetados por el gran público y los medios especializados.