Hace unos años era un exitoso reportero de crónica social que se pasaba el día rodeado de celebrities y no se perdía una fiesta, que después relataba en Vanity Fair. El sueño de muchos, que a él solo le satisfizo durante un tiempo.
Colaborador en otros muchos medios, el periodista Curro Cañete, que ahora tiene 38 años, sabía que tenía dentro un escritor y una novela que no llegaban, y lo dejó –prácticamente– todo para lograr su objetivo. Incluso el amor de su primer novio, otro de los protagonistas de Una nueva felicidad, el libro en el que ha querido narrar la búsqueda de esa sensación de plenitud personal que nos mueve a todos. Y son muchos los que se han enganchado ya a sus experiencias. Porque todos sabemos que la felicidad cuesta.
SHANGAY ⇒ ¿Nació el libro con la intención de ser un manual de autoayuda para ti mismo?
CURRO CAÑETE ⇒ No. Desde que tengo uso de razón quería escribir una novela, y decidí irme a Lanzarote a escribirla. Pero no estaba preparado para ello, porque no había vivido lo que quería contar. Apareció entonces el proyecto de otro libro, y al final terminé haciendo un mix entre los dos que tenía en mente. No quería escribir un libro de autoayuda, no me resultaba honesto, y además, esos se tarda tres meses en escribirlos, y todos dicen lo mismo. Igual que Truman Capote utilizó entrevistas de asesinos para A sangre fría, yo decidí utilizar las entrevistas que había hecho a expertos en la felicidad para incluirlas en la historia que finalmente conté, basada en mi experiencia.
SHANGAY ⇒ ¿No te daba apuro utilizar tu vida como base de la novela?
CURRO CAÑETE ⇒ Me daba miedo. Pero tenía claro que era lo mejor que tenía para ofrecer al mundo. La muerte de mi hermano, que fue muy trágica, me hizo reflexionar mucho sobre lo valioso que es estar aquí. La muerte es una maestra.
SHANGAY ⇒ ¿Cómo resultó la experiencia de escribirlo?
CURRO CAÑETE ⇒ Muy dolorosa. Me enamoré por primera vez a los 33 años, viví una pasión muy grande, y la pareja es una maestra tan importante como la muerte. Tuve una ruptura dolorosa, y no acababa de entender por qué dos personas jóvenes, sanas y que se quieren muchísimo no podían ser felices. A raíz de eso, hice un trabajo de introspección grande, quería entender el mundo. Me puse a identificar todas las zonas oscuras de mi vida, en el mayor de los secretismos, y resultó muy doloroso. Pero la escritura es terapéutica.
“No me resultó fácil enfrentarme a los temores relacionados con mi homosexualidad”
SHANGAY ⇒ ¿Te da pudor que los lectores te conozcan ahora tan bien?
CURRO CAÑETE ⇒ Antes de publicar el libro, sí; ahora ya no, he descubierto que no pasa nada. Me comprometí como nunca, pasara lo que pasara, con todas las consecuencias, porque era a lo que estaba dispuesto para lograr mi sueño.
SHANGAY ⇒ ¿Buscabas desahogarte o lograr un reconocimiento?
CURRO CAÑETE ⇒ No quería desahogarme. Y para conseguir fama es mucho más eficaz insistir al director de Sálvame para que te lleve al plató. Lo que pretendía era que el relato de todo lo que he vivido sirviese para algo. Y estoy satisfecho, porque me escriben personas todos los días contándome lo que les ha provocado la lectura.
SHANGAY ⇒ Como cronista social lograste una gran popularidad, y sin embargo en el libro das a entender que eso no te hacía feliz, cuando sería el sueño de muchos: ir de fiesta en fiesta, codearte con famosos…
CURRO CAÑETE ⇒ Sí fui feliz. Y sigo siéndolo, porque continúo yendo a fiestas, solo que ahora de invitado, sin tener que tirarme hasta las dos de la mañana escribiendo las crónicas [risas]. Entrevisté a estrellas como Penélope Cruz, estuve con Pedro Almodóvar y otras muchas personas que admiraba en fiestas privadas…, pero después de cinco años vi que no quería dedicar toda mi vida a eso. Decidí que era el momento de centrarme en mi libro.
SHANGAY ⇒ Resulta llamativo descubrir en él lo que le te costó aceptar tu homosexualidad y vivirla con libertad. ¿A qué se debió?
CURRO CAÑETE ⇒ Al miedo. Jung ya dijo que “una vida no vivida es una enfermedad de la que se puede morir”. Los gays tenemos que ser valientes para vivir nuestra propia vida; a algunos les cuesta más y a otros menos. Tenemos que enfrentarnos a nuestros temores y decidir atravesarlos. A mí no me resultó tan fácil, y de alguna manera todavía en ocasiones siento que estoy haciendo algo malo. No le hago caso, pero mi inconsciente me juega esas pasadas, porque desde pequeño asociaba la homosexualidad a algo que no debía practicarse. Por eso tardé tanto en enamorarme.
“La felicidad exige un trabajo diario”
SHANGAY ⇒ ¿Fue complicado plasmar tu primera historia de amor en el libro, con sus altos y sus bajos?
CURRO CAÑETE ⇒ Fue doloroso, como nuestra ruptura. Tuve que repasar todo lo que había hecho que me hubiera gustado hacer de otra manera. Tuve que perdonarme a mí mismo, igual que tuve que perdonar a la otra persona. No es un trabajo personal agradable quedarte en tu casa examinando esas cosas, pero fue liberador.
SHANGAY ⇒ ¿Informaste a tu ex de que vuestra historia iba a formar parte del libro?
CURRO CAÑETE ⇒ No lo sabía mientras lo escribía. Y aunque el personaje está inspirado obviamente en él, esta es una obra de ficción. Antes de dárselo a leer sí se lo advertí, y todo está bien; de hecho, el libro le ha gustado.
SHANGAY ⇒ También relatas tus experiencias en la noche gay, cuando la vivías con más intensidad. ¿Desde qué punto de vista ves ahora la frivolidad inherente a la nocturnidad?
CURRO CAÑETE ⇒ El problema surge cuando las cosas nos utilizan a nosotros, en vez de al revés. Es fácil caer en el escapismo a través de la marcha. Porque es una felicidad artificial muy sencilla de conseguir; te tomas un éxtasis, te vas a la WE y estás en otro mundo. Una cosa es hacerlo todas las semanas, atrapado en esa inercia, y otra, tres veces al año. Cada uno es libre de actuar como quiera, pero hay que tener en cuenta que a veces los patrones nos atrapan y nos cuesta salir de ahí. Yo no quiero vivir así, aunque tampoco soy radical. De vez en cuando salgo de fiesta y me lo paso muy bien.
SHANGAY ⇒ ¿Qué necesitaste para romper con aquellos patrones de conducta que no te satisfacían?
CURRO CAÑETE ⇒ Mucho trabajo interior. En ocasiones huimos de la soledad, cuando es otra gran maestra. Cuando me fui un mes a Lanzarote solo fue cuando nació este libro. Me robaron el móvil, me quedé cara a cara conmigo mismo y decidí vivir esa experiencia y preguntarme “¿qué estoy haciendo con mi vida?”.
“La escritura es terapéutica”
SHANGAY ⇒ ¿Qué le pides a este año?
CURRO CAÑETE ⇒ Me gustaría enamorarme. Sin prisas, sin impaciencia; estoy bien, pero me apetece vivir una historia de amor. También le pido a este año seguir teniendo fuerza, confianza y valor, las tres maestras del éxito. Ese es un trabajo de por vida, del que hay que ser muy consciente cada día.
SHANGAY ⇒ ¿Te ha dado el libro la felicidad que buscabas?
CURRO CAÑETE ⇒ Sí, pero a veces se escapa, porque es algo tan inconmensurable… La felicidad exige un trabajo diario.
EL LIBRO UNA NUEVA FELICIDAD DE CURRO CAÑETE ESTÁ EDITADO POR DESTINO. PRÓXIMA PRESENTACIÓN EN MADRID EL DOMINGO 15 DE ENERO A LAS 17’30H EN LA FUNDACIÓN 26 DE DICIEMBRE (C/AMPARO, 27). MÁS INFORMACIÓN EN CURROCANETE.COM