El pasado 8 de junio, @rushsmith denunciaba en Twitter una agresión verbal por parte de un taxista en el centro de Madrid.
Horas después, el afectado se encontraba con una situación pasmosa. Muchas de las interacciones y respuestas al tuit le reclamaban que no generalizase con el gremio del taxi y que se limitase a lamentar lo sucedido. Así lo manifestaba en su cuenta de Twittter:
El joven preguntó a la empresa a la que pertenecía el taxista, @mytaxi_es, si había alguna manera de identificar el coche, a lo que Mytaxi respondía: «Sentimos mucho lo ocurrido. Bajo ninguna circunstancia es un comportamiento permisible. Por favor, facilítanos toda la información por DM para que podamos tomar medidas».
Por suerte, también recibió cientos de mensajes de apoyo, tanto de tuiteros como del propio gremio del taxi, que llenaron el hilo de protesta del tuitero e incluso le animaban a que lo denunciara.
Además, le invitaban a que proporcionara la matrícula y el número de licencia para poder reconocer e investigar al taxista homófobo.