En Shangay nos sentimos muy orgullosos de los políticos que salen del armario porque dan visibilidad. El alcalde de Terrassa, Jordi Ballart, hizo pública su condición sexual en el año 2014.
Desde entonces no ha parado de recibir amenazas por parte de cibernautas anónimos en las redes sociales. Las primeras fueron tras declarar su homosexualidad, y las segundas se produjeron en agosto del pasado año. Ballart promovió el cambio de nombre de una de las calles de Terrassa que llevaba el nombre de un soldado de la División Azul, Salvador Gros.
Las últimas se han producido hace escasos días por la intención del alcalde de municipalizar el agua del municipio de Terrassa. “Amenazas, anónimos, extorsiones en mi casa, llamadas, propuestas que infringen la ley… Los pactos en despachos, a escondidas de la ciudadanía y sin transparencia no son el terrassanquismo que yo defiendo”.
Lo que está claro es que más allá de que la gente pueda o no apoyar la medida, no deben utilizar la condición sexual de Jordi Ballart como arma arrojadiza. Su condición sexual no tiene que ver nada con su gestión política.