La causa de la muerte del mítico cantante, fallecido el pasado 25 de diciembre con solo 53 años, era a día de hoy un gran misterio. Las teorías alarmistas sobre su fallecimiento apuntaban a un problema de adicciones, algo que el representante de George Michael desmintió desde el primer minuto. La primera autopsia no ofreció pruebas concluyentes sobre su muerte, por lo que se pidió un segundo análisis para dar luz a todo este asunto.
El informe de autopsia revela así que el cantante murió a causa de una cardiomiopatía dilatada con miocarditis y una esteatosis hepática. El comunicado oficial zanja la polémica y asegura que no habrá más investigaciones ni se dará más información sobre el fallecimiento del cantante. Se pide también respeto a la privacidad de la familia por parte del público y los medios de comunicación. Mientras tanto, el mundo de la música sigue homenajeando su legado en los premios Grammy o los Brit Awards, entre otros.