Aparte del placer, el sexo tiene otros beneficios para la vida de las personas, tanto a nivel físico como psicológico. Todavía son muchos los estudios que se realizan en torno a este hábito tan saludable.
Recientemente, el investigador Keith Leavitty y su equipo de colaboradores han publicado un estudio sobre la influencia del sexo en la productividad de los seres vivos.
Ya se había demostrado que la práctica sexual libera sustancias que ayudan a mejorar el estado de ánimo y disminuir el estrés, algo que está estrechamente vinculado con el buen desarrollo profesional.
La investigación de Leavitty, consistente en la realización de una serie de encuestas a 159 empleados (todos ellos casados), demuestra que aquellos que mantenían sexo habitual con sus parejas tenían un mejor rendimiento laboral en la jornada siguiente y que, además, este efecto podía mantenerse hasta 24 horas.
El estudio aclara que el sexo tampoco es imprescindible, y que dedicarse a cualquier afición que no tenga nada que ver con el trabajo la noche anterior a la jornada laboral también puede ayudar al rendimiento.
La ciencia corrobora que olvidarse del trabajo por unas horas y desconectar contribuye a ser un buen currante, y si es practicando sexo, mejor.
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