Feminismo Radical Trans Excluyente es un movimiento conocido popularmente como TERF, sus siglas en inglés. Las difusoras de esta ideología creada en los años 70 suelen ser activistas feministas que buscan la exclusión directa de mujeres transexuales de espacios feministas; tanto es así que en ocasiones han llegado a exigir al Gobierno que se retirase la atención médica y hospitalaria a este colectivo en EE UU.
En esta ocasión, en un ciclo de conferencias feminista llamado Política feminista, libertades e identidades, la nueva edición de la Escuela Feminista Rosario de Acuña que tuvo lugar en Gijón la semana pasada, algunas de las ponentes arremetieron indiscriminadamente (aunque suene paradójico) contra las mujeres transexuales. Os hacemos un resumen de las declaraciones que este grupo de filósofas ha hecho sobre el tema:
Alicia Miyares, sin ningún tipo de pudor o reparo, hace la siguiente afirmación delante de sus oyentes:
«Nos lanzan a la cara mensajes, las activistas transgénero, de que estamos, somos, queremos… defender la ideología y tú dices… tío, y digo tío porque son tíos».
Amelia Valcárcel, que ostenta el cargo de Consejera de Estado desde 2006 y es catedrática de Filosofía en la UNED, dio las siguientes declaraciones: «Pues esto es una presentación de la virilidad masculina en el siglo XVII, de toda manera que sepan los pocos varones aquí presentes que si no tienen unas buenas medias blancas, con unas buenas ligas rojas, con unos zapatos de tacón colorado, con su buen lazo y son capaces de echarse esta fourrure de terciopelo azúl eléctrico, ni son viriles ni nada». Y añade, refiriéndose en estos términos a los colores de la bandera trans: «El rosa y el azul son de ayer. No podemos fijarnos en el rosa y el azul, que es un producto de los años 50″.
Llega el turno de Anna Prats, periodista: «No sé si sabían que últimamente hacer este símbolo [triángulo con las manos] en las manifestaciones feministas es arriesgarte de que te tachen de transfobia». Su compañera de mesa en ese momento, Amelia Valcárcel, saca a pasear el dedo corazón, entendemos que sugiriendo que ese es el símbolo que se merecerían; todo el auditorio se parte de risa, a mandíbula batiente, y aplaude.
«Años diciendo que las mujeres no somos nuestra opresión, no somos la feminidad, para que ahora nos digan que si somos lesbianas y no nos gustan los penes femeninos somos tránsfobas. Esto es cultura de la violación, esto es patriarcado». Nos encantaría saber, Anna Prats, qué cultura de la violación es haber nacido en un cuerpo con un género con el que no te identificas y tener la valentía de reivindicar tus derechos como mujer transexual.
Alicia Miyares puso el colofón: «Antes de nada, como veis, lo titulo Del feminismo al generismo porque me niego de manera radical a utilizar la palabra ‘transfeminismo’ para algo que no trasciende nada, sino lo único que hace es perpetuar los estereotipos».
Cuando una piensa que las TERF no pueden llegar más lejos en su odio hacia las mujeres trans, llega este vídeo y te desmiente. No son feministas, son TERF. #HastaElCoñoDeTransfobia pic.twitter.com/jDUMWfnmNF
— Trifásica (@TrifasicaS) July 7, 2019