Para algunas personas, 90 años no son nada si se trata de cumplir su sueño. Así lo ha demostrado Patricia, una anciana que se ha sometido a un tratamiento hormonal para cumplir su deseo de ser mujer.
Tras esconder durante muchos años su verdadera identidad por miedo a la reacción de su familia y su entorno, esta mujer que se llamaba Peter y llegó a combatir en la II Guerra Mundial se ha liberado: “Siento como un peso que se ha levantado de mis hombros. Estaba viviendo una mentira”.
Patricia es de Leicestershire, Inglaterra, y asegura que sabía desde pequeña que no era un hombre: “He sabido que era transexual desde los tres años. Conocí a una chica que se llamaba Patricia y decidí que quería ser conocido por ese nombre”.
La primera vez que se dio cuenta de que había posibilidades de cambiar la situación fue hace unos veinte años, cuando escucho la palabra ‘transgénero’ en un programa de televisión. Patricia confiesa que siempre ha sentido atracción por las mujeres, “pero no de una manera sexual. Mi atracción por las mujeres era que quería ser como ellas. Me hubiera gustado ser como las pin-ups”.
En su historia hay alguien que supo su secreto durante mucho tiempo, su mujer que falleció hace seis años. Ella le compraba joyas y le llamaba Patricia, y fue su principal apoyo.
Cuando todavía era Peter, sirvió en las Fuerzas Armadas en el Lejano Oriente, India, África Oriental y Palestina, con tan solo 21 años. “Estaba bien, y me siento muy orgullosa de haber servido durante la guerra y haber hecho el servicio militar, en particular durante el trabajo en Palestina”, afirma.
Este ejemplo de lucha y superación ya no tendrá que esconderse nunca más: “Estoy muy contenta, y ahora me pongo una falda y una blusa. No llevo ropa de hombre más”. ¡Bravo por ella!