PARA FANS DE ARTISTAS QUEER INCLASIFICABLES
ARCA – “ARCA” (XL/POPSTOCK!)
“Búscame y penétrame y devórame”, canta Arca en Desafío, una de las cumbres de su tercer álbum. Una canción difícil de describir, como lo es el propio Arca, que en este disco homónimo se lanza a cantar en castellano, sin apenas tratar su voz. Que en ocasiones parece la de una mujer, y cuya vulnerabilidad provoca chispas de emoción al chocar contra los beats abstractos, desnudos y afilados que predominan. Que combina con ramalazos de folclore venezolano, casi de culebrón por momentos, y ritmos y melodías en ocasiones prestados del pop, incluso del house, pero que Arca se apropia en pos de una música que es, ante todo, para sentir. Arca es una experiencia muy humana vehiculada a través de la electrónica tan personal den un artista queer único y valiente como es Arca. ★★★★
GOLDFRAPP – “SILVER EYE” (MUTE/PIAS IBERIA)
La transversalidad ha sido siempre uno de los fuertes del dúo británico, que se mueve entre la electrónica y la acústica pastoril con soltura envidiable. Sorprende que en un disco inspirado directamente por la idea de cambio que conlleva la transexualidad no hayan intentado ofrecer una nueva versión de sí mismos, sino recuperar la más celebrada, la tecnopopera. Cuando apuestan por hacerte bailar, juegan sobre seguro (Systemagic). Cuando juegan a ser la versión siglo XXI de Ultravox (Moon In Your Mouth) apuntan más alto, y emocionan más. Al final, dejan con ganas de saber qué hay más allá. ★★★
MARC ALMOND – “HITS AND PIECES” (UMC/UNIVERSAL)
Con casi cuatro décadas de trayectoria musical a sus espaldas, y tras varios conatos de retiro, es una alegría que esta gran diva de la canción se haya animado a rescatar sus grandes hits para que las nuevas generaciones vean que tiene un pedazo de obra de la que presumir. En esta ocasión, además, ha ido a lo fácil, a los grandes éxitos que grabó como parte de Soft Cell y en solitario, entre los que se incluyen también varias versiones míticas –como la megagay I Feel Love junto a Bronksi Beat–. Encima, el inédito A Kind Of Love, que suena a Motown aderezado con un poco de cabaret, es una maravilla. Un disco de los que crean afición, dalo por hecho. ★★★★
PARA AMANTES DEL HIP-HOP, EL R’N’B, EL FUNK Y EL SOUL
DRAKE – “MORE LIFE” (YOUNG MONEY/CASH MONEY)
Es tal su facilidad para firmar canciones con gancho que abruma. Si Views en conjunto pecaba de uniforme, su nueva propuesta, que define como ‘playlist’ en lugar de álbum, es todo lo contrario. Drake se abre a un mayor número de influencias, del dancehall al house clásico, y se rodea de una imponente pléyade de colaboradores, de Sampha a Travis Scott, pasando por Kanye West, Partynextdoor y Jorja Smith. Entre la melancolía de Sacrifices y la reconfortante sensualidad de Get It Together, espléndidas ambas, hay espacio para todo tipo de sonoridades y estados de ánimo, con suficientes jitazos en potencia como para tenernos bien entretenidos hasta la próxima entrega. ★★★★
JAMIROQUAI – “AUTOMATON” (UNIVERSAL MUSIC)
En tiempos convulsos, nada mejor que disco music para dar sentido al caos. Jamiroquai regresan en el momento justo, con su reconocible manera de facturar funk puesta al día. En ocasiones, como en Summer Girl, el déjà vu es algo excesivo; en otras, como en Dr. Buzz y Vitamin, el revigorizado groove atrapa sin remisión, y solo queda rendirse al baile y al revival, una vez más. Y a unas melodías atemporales que te teletransportan a un micromundo ideal. ★★★★
IMAGINATION – “BODY TALK” (WAGRAM/POPSTOCK!)
Merece esta vuelta con honores uno de los grandes álbumes de la música disco europea, brillante debut de un grupo que se puede considerar pionero del performance pop. En la sombra, los productores Tony Swain y Steve Jolley concibieron un sonido muy reconocible, fusionando disco y soul, y crearon tantas variaciones como canciones grabaron Imagination. Body Talk es una delicia de principio a fin, que abre con el clásico que le da título y se cierra con una joya como In & Out Of Love, melancólica y bailable por igual. Entre medias, cinco temas más en donde la fórmula funciona a la mil maravillas, con mínimas variaciones. Y es que este disco es una obra maestra del art pop, aunque cuando se concibiera probablemente ninguno de los involucrados fuese consciente de que podría llegar a serlo. ★★★★
PARA FANS DEL POP IDENPENDIENTE CON PERSONALIDAD
CHARLI XCX – “NUMBER 1 ANGEL” (ATLANTIC/WARNER MUSIC)
De momento no da pasos en falso, y cada uno supone un avance importante. En esta ocasión propone una mixtape que es una irresistible celebración del mestizaje millenial y del girl power 2.0. A caballo entre el hip hop sintético, el r’n’b futurista y el synthpop erotizante. Sorprende su versatilidad a la hora de compartir protagonismo con artistas tan distintas entre sí como Raye, Cuppcake, Uffie o MØ, otro talento más de Charli, que se amolda a todo sin perder en ningún momento su reconocible sello como intérprete, a caballo entre la picaresca y la arrogancia chulesca. Otra inyección de vitalidad para el pop más inspirador del presente. ★★★ 1/2
MOSTAZA GÁLVEZ – “VIDA Y MILAGROS” (HEIKE RECORDS)
Desde sus primeros discos en solitario no veíamos un ensamblaje tan perfecto de sintetizadores puramente pop y guitarras rockeras de espíritu indie. Las voces de Frank Gálvez y Guille Mostaza empastan de un modo muy sugerente a lo largo de este disco cuya vibrante tensión no decae en ningún momento. Si te gusta el pop melodramático cargado de rabia, con estribillos que invitan a corear, disfrutarás con Vida y milagros, disco que juega a huir del aquí y el ahora del caduco heteropatricardo rockero. ★★★ 1/2
DIRTY PROJECTORS – “DIRTY PROJECTORS” (DOMINO/MUSIC AS USUAL)
David Longstreth firma el disco de ruptura amorosa más desconcertante de los últimos tiempos. En lugar de regodearse en el drama, apuesta por una deconstrucción emocional, y sonora, que desconcierta por momentos y emociona en otros, como en Up In Hudson o en Cool Your Heart, en donde Solange le hace (muy buena) compañía. ★★★ 1/2
PARA FANS DEL POP CON MAYÚSCULAS
ZARA LARSSON – “SO GOOD” (EPIC/SONY MUSIC!)
No es tan bueno su debut internacional como ella proclama, con cierta arrogancia, desde el título. Simplemente porque los empachos nunca son buenos, y menos de una artista pop. Zara Larsson entra bien en pequeñas dosis, y lo cierto es que sus entrantes, es decir, los singles con los que se ha convertido en un auténtico fenómeno comercial, son tan jugosos que los acompañantes con que los ha aderezado en este álbum resultan, en su mayoría, sosos.
No es un drama, ni mucho menos, porque, lógicamente, Lush Life –la mejor canción veraniega de los últimos años–, Never Forget You –una de sus colaboraciones con el talentoso MNEK, experto en pop melodramático, como también evidencia What They Say–, Ain’t My Fault –r’n’b calenturiento y subido de tono– o Symphony –en donde su rasposa voz contrarresta el almíbar made in Clean Bandit– resultan impepinables. Lástima de baladas inanes intercaladas, que desdibujan el perfil pícaro y sugerente –su gran fuerte hasta el momento– bordado en temas como I Would Like y Sundown. Al menos, con estas seguirá manteniendo una presencia destacada en nuestras vidas un verano más, y eso, de momento, ya es muy bueno. Y el día que entregue todo un álbum a la altura, será el momento de titularlo, con razón, So Good For You. ★★★
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