La nueva versión de 'El Rey León' supone una impresionante vuelta a la infancia

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Dentro de la nueva tanda de clásicos de Disney que la compañía está adaptando a la acción real, hay un título que el público lleva meses esperando con impaciencia. Se trata de El Rey León, la película de animación estrenada en 1994 que consiguió alzarse con dos premios Oscar y tres Globos de Oro, y que muchos críticos consideran el mejor título de toda la filmografía de la compañía hasta el momento; su golpe definitivo en plena época del renacimiento, que comprende las producciones estrenadas entre los años 1989 y 1999.

Este gran recibimiento por parte de público de la época, volverá a repetirse a los mandos del director Jon Favreau, responsable también del premiado remake de El libro de la selva (2016). Por si hay algún despistado que aún no ha disfrutado de la historia de El Rey León, esta revisión –que guarda gran fidelidad a su modelo– de la cinta original nos lleva de nuevo a la sabana africana, donde ha nacido el futuro rey, Simba. Un joven león que idolatra a su padre, Mufasa, y se toma muy en serio su propio destino como líder de todos los animales. Pero no todos celebran la buena nueva. El hermano de Mufasa y antiguo heredero al trono, Scar, trama un siniestro plan.

La traición, la tragedia y el drama que envuelve la batalla por el poder llevan al pequeño Simba al exilio. Fuera de los terrenos que antaño pertenecieron a su padre, crecerá hasta convertirse en adulto, pero no estará solo, le acompañará una curiosa pareja que varias generaciones reconocerán –y que en España mantienen la voz de sus dobladores originales –Alberto Mieza y Miguel Ángel Jenner–, Timón y Pumba.

Con su ayuda, y la del mítico lema “hakuna matata”, Simba regresará a casa para sacar a la luz todas mentiras de su tío Scar y recuperar todo lo que le pertenece por derecho. Todo ello lo revivimos ahora como nunca lo habíamos imaginado. Los dibujos en dos dimensiones de 1994 pasan a cobrar vida gracias a la tecnología CGI, con la que han logrado, como muchos ya opinan, el mayor hito en la historia de la animación. Un trabajo que consigue que las emociones que transmite la cinta, que no son pocas, se intensifiquen.

Y por si aún quedara por añadir algún ingrediente que haga de esta película un imprescindible del verano, hay que recordar que a su reparto de doblaje estadounidense y su banda sonora se suma la gran Beyoncé, que interpreta a la versión adulta de Nala. ¿Qué más se puede pedir?