El pasado viernes, La Sexta Noche entrevistó a Kevin, un joven de un pueblo de Ciudad Real que fue expulsado de su parroquia tras compartir con un sacerdote que era gay.
Kevin, que era monaguillo, se vio obligado a abandonar su iglesia “porque no daba un buen ejemplo de vida cristiana”, tras confesarle su orientación sexual al sacerdote, el cual no solo no guardó el secreto de confesión sino que lo extendió por todo el pueblo.
Cuando la gente se enteró, se enfrentó al bullying de sus vecinos y compañeros. “En el colegio creían que ser homosexual era un virus, me escupían e insultaban”, contaba Kevin. Al principio creía que la culpa era suya, sin embargo, gracias a los apoyos que recibió, como el de la orientadora de su instituto, se dio cuenta de que el problema lo tenían otros.
Kevin sigue unido a la Iglesia católica, y es una parte importante de su vida. Ahora vive en Madrid, pero asegura que le gustaría volver a su pueblo y poder decirle al sacerdote que “el problema lo tienen ellos, que atacan a una persona que no ha hecho nada malo”.