El pasado 22 de enero, David L. L., sargento de la Armada española, asestó varias puñaladas a un sargento y agredió a otra sargento. Parece que el motivo de dicho ataque fue la rabia acumulada durante el año anterior por la discriminación que sufría por ser gay.
El agresor fue detenido y trasladado a la fragata Navarra cuatro días después. Cuando este barco llegó a Cartagena, declaró ante el Juzgado Militar, donde justificó que durante todo el año 2016, cuando era alumno de la Escuela de Suboficiales y Submarinos, sus compañeros se “mofaban” de él por ser gay, lo que le generó la ansiedad que estalló el 22 de enero. “En la escuela todos sabían lo que me pasaba y el comandante de brigada no hizo nada; llevo mucho tiempo sufriendo bullying en la puta Armada, desde marinero”, argumentó el sargento, algo que fue sostenido por Patricia M. P., la sargento agredida. Tras estas declaraciones y varios informes psiquiátricos que confirmaron este trastorno, el juzgado ordenó un procedimiento para investigar lo sucedido.
El Observatorio Español contra la LGTBfobia pidió este lunes una reunión con María Dolores de Cospedal, Ministra de Defensa, para abordar la discriminación por orientación sexual que existe en el Ejército.
“Existe una discriminación de facto a las personas LGTB dentro del Ejército, a pesar de las leyes existentes que debieran proteger a personas homosexuales, bisexuales y transexuales”, indica el Observatorio de LGTBfobia. “Muchos militares y exmilitares denuncian el machismo, la homofobia y la transfobia que hace la vida imposible a las personas LGBTI visibles en las Fuerzas Armadas”, añade en la carta dirigida a Cospedal.
“Las vejaciones, humillaciones, discriminaciones, comentarios insultantes y situaciones incómodas, así como innumerables obstáculos y frenos en sus carreras profesionales y evaluaciones negativas de los mandos, son el pan de cada día en el Ejército español para muchos homosexuales y transexuales. Se han producido hasta palizas”, continúa la carta.