Por todos es sabido que el público por excelencia del festival de Eurovisión es abiertamente homosexual, pero la nueva edición del certamen no tiene pinta de ser tan queer como de costumbre. Pese a ello, siempre hay algún país que va a lo seguro y que manda una de las dos cosas que no pueden faltar ningún año: una divarraca de manual o una buena canción de pop eurovisivo. Y parece que Montenegro ha encontrado un híbrido entre estas dos premisas.
Estamos hablando de Slavko Kalezić, la apuesta más homoerótica de este año. Con una imagen que tan pronto recuerda a Beyoncé como a Khal Drogo de Juego de Tronos, el cantante de 31 años se ha convertido en uno de los participantes más famosos y reconocibles de este año. Su estética, sumado al hitazo disco Space con el que representará a su país, están haciendo las delicias de los fans más acérrimos de Eurovisión. Looks andróginos, una larga trenza y una actitud a la altura de divas eurovisivas como la recordada Helena Paparizou o Conchita Wurst son las armas con las que el artista mustidiciplinar cuenta para superar las semifinales en las que Montenegro tiene que participar antes de la gran final, que tendrá lugar el próximo 13 de mayo en Kiev.
Pase lo que pase, Kalezić ya ha dejado huella gracias a su indiscutible estilo, algo de lo que muchos concursantes que estarán en la la final no pueden presumir.