Katy Perry parece no dar pie con bola en esta nueva etapa musical que inició hace meses con el tibio éxito de Chained To The Rythm. La cantante, que parece no tener suficiente con ver cómo sus nuevos singles se desploman de forma estrepitosa en las listas de éxitos, se ha vuelto a ver involucrada en una polémica surgida por su colaboración con los raperos Migos, que participan en la malograda Bon Appétit.
Migos, que tocaron techo al colocar su single Bad and Boujee en el número 1 de Billboard hace unos meses, estuvieron en el punto de mira tras unas polémicas declaraciones a la revista Rolling Stone, donde los raperos hablaban de la salida del armario del rapero iLoveMakonnen. Las palabras vertidas en la entrevista, que destilaban un toque homófobo bastante desagradable, les han terminado pasando factura. Los tres componentes de Migos defendían que un rapero no puede declarar su homosexualidad de manera pública porque eso lo desacredita artísticamente. Y este parece ser el principal motivo por el cual el grupo de hip-hop decidió no compartir el escenario de Saturday Night Live con un grupo de drag queens que acompañaban a Katy Perry, tanto en la presentación de Swish Swish (su nuevo single con Nicki Minaj) como en la de Bon Appétit.
Fuentes cercanas a la organización del programa y algunas de las drag queens aseguran que el equipo de Perry se vio obligado a cambiar la actuación de Bon Appetit a última hora porque los componentes de Migos “no se sentían a gusto compartiendo el escenario con un grupo de drags queens”. Las drag queens tuvieron que conformarse con ser únicamente parte (y convertirse en protagonistas absolutas) del número de Swish Swish. Entre el grupo de drags podíamos ver a alguna participante de RuPaul’s Drag Race y a algún bailarín del Blond Ambition Tour de Madonna. No es de extrañar que, conociendo estos datos, la actuación final de Bon Appétit fuese tan desaliñada y tirase por tierra una de las producciones más interesantes de la cantante.
Los fans de Katy Perry ya mostraron su descontento al ver cómo una cantante como ella, con una base de fans mayoritariamente LGTB, decidía colaborar con un grupo tachado por la homofobia (aunque los rumores apuntan a que todo se debe al romance entre Perry y uno de los raperos). Solo hay que ver la cuenta oficial de Instagram de Migos para ver cómo está el panorama. Esto vuelve a ser un nuevo traspiés que acentúa aún más el declive de una estrella del pop que ha parado en seco su costumbre de coleccionar números uno mundiales. ¿Qué será lo próximo, Katy? El lanzamiento de su próximo disco, Witness, no puede pintar peor.