FOTOS: Miguel Ángel Fernández
Una sonrisa es la mejor carta de presentación, por eso procuro cuidar mi salud e higiene dental. Más aún siendo redactor de Shangay, porque muchos de mis entrevistados lucen dentaduras excelentes y a uno, que también es coqueto, le gusta estar a la altura. Llega un momento, sin embargo, que parece imposible tener los dientes más blancos por mucho que te esfuerces en usar dentífricos especiales, cuidar la alimentación y ser riguroso en la limpieza. Es entonces cuando necesitas la ayuda de un especialista.
Hacerme un blanqueamiento dental era asequible pero implicaba un esfuerzo económico extra, por eso quise elegir el lugar más adecuado. Desde que entré en Clínica Croquer y ratifiqué que cumplía todos mis requisitos previstos –equipo formado y amable, facilidades de financiación sin intereses e instalaciones modernas–, supe que era el lugar adecuado. Además, su localización, en pleno centro de Madrid, en una zona muy bien comunicada, me venía de perlas. Mi impresión inicial se confirmó cuando consulté sus reseñas de Google: ¡todas excelentes!
El resto de mi experiencia en Clínica Croquer fue todavía mejor: me dieron cita rápidamente, casi no tuve que hacer tiempo en la sala de espera, me hicieron un chequeo en profundidad –con radiografía panorámica incluida –, me informaron del proceso paso a paso –pude ver en pantalla de 50” el estado de mi boca: en radiografía y con una cámara intraoral–, me aconsejaron y me pidieron opinión antes de ponerse manos a la obra. Resulta tranquilizador sentir que tienes la tecnología más avanzada a tu servicio y que todo a tu alrededor fluye a la perfección. El Dr. Alejandro Croquer y su equipo se mueven como si estuvieran coreografiados, y te atienden con ese trato profesional, pero al mismo tiempo familiar, que tanto se agradece.
Mi tratamiento duró una hora y cuarenta y cinco minutos en total. Pero no se me hizo nada pesado: para entretenerme pusieron mi programa de tele favorito mientras lo aplicaban. ¡Un lujo! Además, durante la sesión estuve atendido por unas técnicos y cada quince minutos el Dr. Croquer detenía el proceso para evaluarlo. Al finalizar el blanqueamiento vi al instante el resultado: nunca antes había tenido la sonrisa tan bonita… ¡y blanca!
MÁS INFORMACIÓN: WWW.CLINICACROQUER.ES
¿Me dolió el blanqueamiento dental? Pasa página
Un blanqueamiento a medida
No puede ser de otra manera, cada paciente responde de un modo diferente al blanqueamiento y no todos tenemos la misma sensibilidad dental. En mi caso, el tratamiento fue indoloro durante el proceso; después apareció una sensibilidad transitoria que volvió a su estado normal en pocas horas. Como es algo rutinario, el Dr. Croquer me aplicó un flúor especial y me regaló unos dentífricos para aliviar la molestia. Todo fueron detalles.
FOTOS: MIGUEL ÁNGEL FERNÁNDEZ
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