“¿Qué quiero?”. Esta es una muy buena pregunta que deberíamos hacernos todos antes de tomar una decisión. Está infravalorado el hecho de mirar por uno mismo y hacer lo que realmente se quiere, con determinación y sin esperar la aprobación de otros.
En el fondo, si lo piensas fríamente y te analizas, siempre haces lo que quieres, aunque algunas veces no lo hagas conscientemente. Incluso, puede que hagas cosas que, tal vez, no son las que más te gustaría, pero las realizas porque sabes que son buenas para ti. La gran noticia a tener presente es que, siempre, la última decisión es tuya.
La cuestión es que hacer lo que claramente quieres y sin dudas, según la educación que hayas tenido, puede crearte confusión, hacerte pensar que eres egoísta. Es momento de actualizar este término en tu mente para evitar conflictos internos innecesarios.
“Mirar por ti no quiere decir pasar de todo y de todos”
¿Qué es ser egoísta para ti? ¿Es que no todo el mundo mira por uno mismo? ¿Es que hay alguien que decida por ti? ¿Te has parado a reflexionar sobre tus decisiones y lo que quieres? Está claro que en ocasiones no a todo el mundo le parece acertado lo que haces, pero es normal, debido a que cada uno tiene su sistema mental, y cada sistema es único, especial y diferente.
Mirar por ti no quiere decir pasar de todo y de todos. Primero has de preguntarte qué quieres. Es decir, mirar hacia adentro, y luego valorar todo lo externo. Eso no es egoísmo, es coherencia. La incoherencia y el sufrimiento llegan cuando quieres llevar algo a cabo y no lo haces por miedo al qué dirán o por lo que otros puedan pensar. ¿Sabes qué? Da igual lo que piensen los demás.
Tu forma de pensar es exclusivamente tuya. Nadie piensa como tú. Cada uno interpreta la vida desde su sistema mental, que ha estado formándose durante años. Por eso, normalmente no coinciden los puntos de vista entre distintas personas ante una misma situación. Entiéndelo y comunícate si lo necesitas para llegar a acuerdos.
“Tu libertad personal es tu gran tesoro, algo que nada ni nadie te puede arrebatar”
La libertad está ahí para todos. Y el pensamiento libre, también. Así que, si tienes dudas, ha llegado el momento de poner coherencia, abrir tu mente y hacerte esta pregunta: “¿Qué quiero yo?”. Según te respondas, así te sentirás, y seguidamente actuarás. Siempre con libertad, recuérdalo. Si te respondes apostando como primera opción por ti, y eres honesto/a, sabrás qué decidir. Y sabrás qué pasos dar, sea cual sea el ámbito en el que te encuentres. Si sabes la dirección en la que quieres moverte, pon rumbo hacia ese lugar.
Si eres de los/as valientes, curiosos/as e inquietos/as con ganas de mejorar, te planteo una segunda pregunta que te ayudará a tomar siempre una decisión acertada. Tras tener claro lo que quieres, pregúntate: “¿es bueno para mí?”. Si la repuesta es sí, definitivamente haz eso que deseas. Si la respuesta es no, reflexiona sobre la idea inicial y replantéate esa decisión. Y si la respuesta es “no lo sé”, mejor vuelve a revisar lo que buscas, porque no lo tienes claro al 100%.
Esta gran pregunta (“¿Qué quiero?”) te ayudará a abrir más tu mente hacia tu libertad personal, que es tu gran tesoro, algo que nada ni nadie te puede arrebatar. Si quieres algo, y es bueno para ti, ver a por ello. Como se suele decir, querer es poder.
MAJO G. CASCALES ES ENTRENADORA EMOCIONAL. ACABA DE PUBLICAR EL LIBRO ES FÁCIL DEJAR DE SUFRIR SI SABES CÓMO (ICB BOOKS).