El último disparate soltado por la conservadora y utraderechista Linda Harvey, de Mission America, tiene que ver con cierto orificio y su carácter infernal. Tal cual: “El sexo anal es demoníaco. No hay otra forma de entenderlo. Usar el ano como sustituto de la vagina es un deseo directo desde el hoyo del infierno. El ano no es un genital y, por lo tanto, este acto se burla de la creación de la nueva vida. Esencialmente es lo contrario”.
Pero esta no es la primera –ni seguramente la última– perlita que suelta refiriéndose a personas LGTB y lo que opina de ellas. Hace tiempo dijo en un programa de radio que los padres deberían prohibir que sus hijos sean atendidos por sanitarios que fueran gays o lesbianas por que pueden ser “una influencia errónea para los niños”.
Teniendo en cuenta que, esta mujer es fundadora de Mission America, una asociación que se define como “una organización cristiana pro-familiar que sigue temas culturales actuales”, cuyo principal objetivo es luchar contra la “agenda gay”, no nos extraña en absoluto que se le pasen por la cabeza estas ideas tan homófobas. Harvey ya dejó claro varias veces que, para ella, no hay personas gays o lesbianas, que no hay “tales humanos”, simplemente es “el estilo de vida, no la persona”.
Por lo visto, Harvey se ha convertido en una especialista en los gustos de Satán: “Solo viciosos y extraños se animan a usar esa parte de nuestra anatomía como una vagina de sustitución. Es una completa farsa, muy típica de Satanás”. Vaya, vaya… parece que a Satanás le va la fiesta por detrás.
Lo sentimos, Harvey. Tal vez pretendías llevarte el oro en los juegos olímpicos homófobos, pero tienes un competidor magistral en este tema: tu querido presidente, Donald Trump. A ese nadie le gana, pero no solo en esa categoría, también destaca en machismo, racismo y misoginia. Pero te dejamos la medalla plata, para que no te pongas triste.