Se trata de un intolorable acto de vandalismo. Las tumbas de Lola Flores y su hijo, Antonio, en el madrileño cementerio de La Almudena, aparecieron manchadas de pintura roja. El Ayuntamiento ya denunció los hechos y están siendo investigados por la policía. «Es indignante que las estatuas dedicadas a Lola Flores y Antonio Flores sufran un atentado de este tipo: pintura roja sobre los senos, la cara, los dedos», denuncia Antonio Miguel Carmona, concejal socialista en el consistorio, sobre el ataque a los mausoleos.
Este ultraje a la memoria de La Farona y de su hijo, Antonio, tiene lugar pocos días después de que la memoria de otra grande, Rocío Jurado, también fuera profanada a muchos kilómetros, en el cementerio de Chipiona, donde descansan sus restos. Intorelable.