“Hace dos años y medio tomé la decisión más escalofriante de mi vida: salir del armario”. Robbie Manson, remero olímpico neozelandés, narraba a través del portal web OUTSPORTS cómo fue el tener que comunicar a su entorno que era homosexual. Pese a que ya existía un precedente en su familia (su hermano mayor también es gay), temió por su trabajo cuando saltó la noticia. “Creía que si alguien se enteraba no podría volver a remar”, relata en el artículo. Pero ocurrió todo lo contrario.
Su madre, por ejemplo, lo sabía mucho antes de que lo confesase y, cuando le animó a hablar de ello libremente, Manson supo que jamás recibiría reproche alguno. Cuando supo que participaría en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, aprovechó para contárselo a sus compañeros, que tuvieron una reacción muy positiva sobre el tema. Hoy Robbie es extremadamente feliz. “Siento que mi perspectiva ha cambiado mucho. Ahora no solo estoy orgulloso de ser gay, sino que me alegro de serlo. No me gustaría ser de ninguna otra manera”. ¡Grande!
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