1. Porque representa la nueva masculinidad
No tiene prejuicios en mostrar su lado más divertido, amable y sensible. Esta actitud afectiva, en ocasiones aniñada, contrasta con su físico rotundo y musculoso; haciéndolo aún más seductor. David no tiene miedo al ridículo, disfruta jugando y contagia su espíritu aventurero. Los machos alfa ya no se llevan, y el Amor siempre engancha.
2. Por su esencia gayfriendly
En 2015 tuvimos la suerte de hacerle un reportaje muy sexy. En la entrevista nos hablaba sobre su relación con el público gay. “Noto la aceptación por las redes sociales, me escriben muchos más chicos, también con proposiciones indecentes”, decía con total naturalidad “Gusto bastante a los hombres, y yo encantado. ¿A quién no le gusta gustar?”. ¿No es para comérselo?
3. Por su versatilidad
“No canta ni baila, pero no se lo pierdan”. Esta crítica que dedicó The New York Times a Lola Flores se le podría aplicar también a David Amor. El actor se atreve a tocar todos los palos artísticos y suple sus flaquezas con grandes dosis de humor. Ahí, como showman, es donde demuestra maestría.
Además, es un deportista apasionado, jugó al balonmano en primera división, pero lo tuvo que dejar por una lesión a los 20 años, y ahora está enganchadísimo al ciclismo.
4. Por su físico: naturalmente extraordinario
Es un deportista nato y su cuerpo lo refleja. Atractivo sin ser un Adonis tocado por los dioses. Podría ser tu vecino sexy o ese compañero con el que compartes mancuernas en el gimnasio. Y aunque habrá gustos para todos, es innegable que David Amor tiene una belleza natural, familiar y salvaje que engancha.