Abuelos gays cuentan su recorrido hacia el reconocimiento como pareja

Temas: Boda, Matrimonio

Dos matrimonios homosexuales son los protagonistas del reportaje emitido por la cadena argentina Telefe. En este reportaje nos presentan a Alejandro y Ernesto por un lado, y a Norma y Cachita por otro.

Ambos matrimonios cuentan su experiencia con sus antiguas parejas y cómo les explicaron su orientación sexual a sus hijos y nietos. Con 41 y 38 años de relación respectivamente, estos abuelos explican cómo llegaron a tener una relación heterosexual por razones como salir de su casa o presión social. Al hablar de su relación con sus hijos, se muestran más emocionales. Cachita cuenta que estando divorciada de su marido, salió del armario con su hijo de 14 años y este dijo simplemente: “Mami si tu eres feliz, yo soy feliz”.

La conversación deriva hacia los nietos, y es ahí cuando todo son experiencias positivas. Hablan del sinfín de preguntas que les hicieron. Alejandro y Ernesto consideran que las preguntas que más les sorprendieron fueron: “¿Pero ustedes se quieren, no?”, “¿Ustedes no discuten nunca?” o “¿Por qué no se casan?”. Ellos consideran que la convivencia es lo que facilita que los niños comprendan su relación.

“Si hay amor, ellos no preguntan nada”

Es el turno de los nietos. Algunos hablan de que consideraban a Norma como una tía en lugar de la pareja de su abuela. Se escuchan frases como “Me encanta que ella pueda ser feliz, que pueda expresar su amor, que se plante y diga ‘esta es la pareja que yo quiero’ a todos y quiero que lo respeten”. O esta otra: “Conmigo no hay tapujos, no hay prejuicios, no hay nada… Vos eres mi abuela y siempre serás mi abuela”. Pero no todo son experiencias positivas, porque uno de los nietos de Alejando y Ernesto cuentan que ciertos compañeros del colegio se metían con sus abuelos y esto le hacía llorar en muchas ocasiones; su hermana llegó a intervenir por un comentario de uno de ellos, argumentando que “no tienes derecho a opinar, no es tu vida” y repudiando el calificativo de “puto” (equivalente a ‘maricón’ en Argentina) con el que se referían a sus abuelos.