Aunque Saturday Church tiene poco que ver con El gran showman, sí puede decirse que la aceptación es el tema principal de ambas películas. En este caso nos encontramos con Ulises (Luka Kein), un chico neoyorquino de 14 años, durante el entierro de su padre, un soldado muerto en combate. Dentro de su familia desestructurada, obrera y con la sombra de la Iglesia como forma espiritual de vivir, es donde comienza el conflicto. Varios compañeros se burlan de Ulises, un joven silencioso y de rasgos más finos que el resto de sus compañeros. Es en este punto cuando descubrimos que el adolescente lleva puestas unas medias, para acto seguido encontrarnos a un Ulises vestido por completo con ropa y calzado femenino. Hasta ahí podemos ver a un joven descubriendo sus gustos y su sexualidad, pero todo cambia cuando entra en escena la severa tía Rose (Regina Taylor), que acabará echándolo de casa.
En su huida, Ulises acaba en los muelles del West Village de Manhattan. Allí conocerá a varios homosexuales y transexuales que lo acogerán en el grupo que la Iglesia tiene para jóvenes en situación de riesgo, Saturday Church. A Ulises se le abren las puertas de un mundo desconocido y comenzará a explorar su interior para saber quién es y cómo desenvolverse en el mundo que le rodea. Todo ello acompañado de las canciones del compositor estadounidense Nathan Larson, en un estilo R&B, y bajo la atenta supervisión del director Damon Cardasis, que ha utilizado algunas de sus experiencias como voluntario en un programa similar al de su película.