Sí, has leído bien, no toda la fuerza se concentra en unos buenos bíceps, y si no que se lo digan al luchador profesional estadounidense Joey Ryan.
Si la batalla se vuelve complicada, se sacan las fuerzas de donde sea, y Ryan cuenta con un gran talento y fuerza que tiene que aprovechar desenvainando su propia espada. Gracias a su técnica “llave polla” no hace más que acumular victorias en este deporte.
Cuando Ryan entra en acción se transforma en un verdadero espectáculo. Se ha convertido en uno de los luchadores más conocidos y consagrados de la industria por lo bien que usa su pene en las batallas. Con su técnica obliga a su oponente a agarrarle su entrepierna, y después les hace girarse sobre su espalda: no hay oponente que se le resista. Una escena que algunos tachan de ridícula pero que, para muchos de nosotros, es una demostración de un potencial extraordinario. No hay vídeo de sus combates que no se haga viral en Internet.
https://www.youtube.com/watch?time_continue=47&v=w7rhSOViVXc&feature=emb_logo
En alguna entrevista ha aclarado que “mientras actúo, tengo una mentalidad completamente diferente. Mi pene es muy profesional, todo es cuestión de mentalidad”. Además, dado el don que posee para manejar tan bien su pene y la imagen de sex symbol que proyecta, se le ha asociado frecuentemente con la típica estrella del porno de los años 80. Lo cual, según cuenta, “es intencionado, adopté el aspecto del icono Magnum PI, con pelo en el pecho y estampado de flores en mi ropa, me parece tan genial ahora como era entonces”.
En otra entrevista se manifestó en contra de la homofobia. “Es difícil para mí identificarme con la intolerancia que debe sentirse en esa comunidad, solo trato de ser respetuoso con todas las personas y culturas”. Como veis, un luchador excepcional al que le deseamos lo mejor y, sobre todo, que evite las lesiones de su gran arma letal, que tanto admiramos.