Blondy es una chica rubia, delgadita, muy mona, elegante y cercana; tiene bastante saber estar, no es para nada alocada y canta en directo. También es muy señora, jamás la verás llevando un canalillo. Pierna todo lo que quieras, pero canalillo no. Y no porque le parezca soez, sino porque no le gusta y no va con su personaje. Digamos que Blondy es lo más mujer que puede ser Blondy.
Con estas palabras se define esta albaceteña de 26 años que vino a Madrid hace cuatro con el objetivo de encontrar nuevos retos en la vida, y ya ha conseguido recorrerse –literalmente– todos los escenarios de Chueca.
Se gana la vida cantando, y el pasado 31 de diciembre salió a la luz su nuevo single. Tras el éxito de sus anteriores temas Revolución, Por fin voy a ser yo y Mi veneno, ahora nos presenta Cortocircuito, una de sus canciones más íntimas y personales. Hablamos con ella para que nos cuente quién es Blondy.
SHANGAY ⇒ Acabas de sacar tu nuevo single, Cortocircuito. ¿Qué nos puedes contar de él?
BLONDY ⇒ Cortocircuito nace de un momento de mi vida en el que me enamoré a primera vista y no entendía qué me estaba ocurriendo. Sentía cosas que no me cuadraban para el poco tiempo que lo conocía y para el momento de mi vida en el que estaba, pero poco a poco fui descubriendo que era amor, estaba enamorada y le quería. Ocurrió en el Orgullo pasado, y el single refleja el momento feliz que viví en su día. La canción se podría resumir en una frase: «Cortocircuito es una historia de amor que el destino ha puesto en mi camino, de esas que no se planean y cuando te das cuenta se hacen canción».
SHANGAY ⇒ ¿Cómo nace Blondy?
BLONDY ⇒ Blondy nació porque me encontraba en un momento de mi vida como artista donde necesitaba hacer cosas nuevas. Había estado cantando en una orquesta de Albacete desde los 17 años, y estaba un poco cansada, me aburría porque, al fin y al cabo, después de tantos años siempre era lo mismo. Con 21 años fui a Torremolinos de vacaciones y una noche que salía de fiestas encontré a Supreme Deluxe actuando en un pub. Me llamó mucho la atención. Me encantó. Cuando volví a Albacete lo pensé varias veces y finalmente me dije a mí misma: «¿Y por qué no hago esto? Probemos y a ver qué tal sale». Tenía un local de ambiente en Albacete que se llamaba Tokio at night, así que decidí que allí haría mi debut como Blondy. Me compré un escenario, dos focos, una peluca, les pedí vestidos a mis amigas, me hice una sesión de fotos, una amiga mía vino, me maquilló… y salí a darlo todo.
SHANGAY ⇒ ¿Cómo conseguiste abrirte un hueco en el mundo de las travestis madrileñas?
BLONDY ⇒ Tras crear el personaje de Blondy, y con apenas seis o siete actuaciones como travesti en Albacete, decidí irme a mis 22 años a Madrid, en un principio para pasar tres meses. Digo en un principio porque nunca volví. Me fui un poco a la aventura, para conocer Madrid e intentar buscarme un poco la vida, y finalmente acabé quedándome. Para conocer a gente y que te conozcan tienes que salir a la calle, recorrerte todos los locales de Chueca, acudir a las fiestas que hagan, que te vean, que te pregunten, etc. Así lo hice, y así comencé a meterme en el mundillo madrileño. La primera vez que actué fue en el Delirio pequeño, el antiguo, y poco a poco todo fue fluyendo hasta que acabé actuando en casi todos los lugares de ambiente de Madrid. Puedo decir que me he subido a todos los escenarios de los locales de Chueca.
SHANGAY ⇒ ¿Crees que el travestismo en España tiene menos visibilidad del que debería
BLONDY ⇒ Sí lo creo. En mi opinión, a las travestis de España se las respeta menos, somos menos importantes que el resto de artistas, no confían en nosotras y no nos dan la posibilidad que a lo mejor se le dan a las travestis en otros países, como por ejemplo a toda la gente de RuPaul. Ellas tienen un programa de televisión, revistas, patrocinadores, marcas, todos quieren colaborar con ellas, los diseñadores las quieren vestir, etc. Nosotras, sin embargo, no tenemos ningún tipo de plataforma para que se nos conozca. ¿Por qué a las travestis de España no les pasa eso? En el Orgullo contratan a artistas de fuera y travestis de fuera. No obstante, ¿por qué no siempre hay un hueco para nosotras? ¿Por qué no hay travestis todos los días en todas las plazas de Madrid? Tiene que haber visibilidad drag, tanto en el Orgullo como en el día a día. Tiene que haber un hueco para nosotras y se nos tiene que respetar porque somos las que estamos currando en los sitios y las que participamos en el movimiento LGTBI.
SHANGAY ⇒ ¿Crees que la gente asocia el travestismo con la transexualidad?
BLONDY ⇒ Creo que hace falta mucha educación en general, y sí, creo que se puede confundir el término travesti con transexual. Yo soy travesti pero no soy transexual. A día de hoy jamás me he planteado cambiarme de género, nunca digas nunca, pero por ahora no es el caso. Para mí ser travesti es un trabajo y puede ser una profesión como cualquiera. No tiene nada que ver una cosa con la otra.
SHANGAY ⇒ ¿Blondy va a ser eterna?
BLONDY ⇒ No tengo pensado retirarme. Evidentemente, he hecho una inversión de dinero de muchos años en vestuario, pelucas, singles, videoclips, etcétera, y por ahora no me he planteado retirarme. Lo disfruto mucho, todo lo que sea subirse a un escenario me llena, y entretener a la gente, o por lo menos intentarlo, también.
Así suena ‘Cortocircuito’: