Vuelve a ser actualidad porque es una de las protagonistas del documental I Hate New York, que supone el debut en la dirección de Gustavo Sánchez. Un largometraje que recoge las vidas de cuatro mujeres artistas y activistas transgénero de la escena underground neoyorquina (Amanda Lepore, Sophie Lamar, Chloe Dzubillo y T De Long), que relatan en primera persona sus vivencias. Con música original de Arca, se estrenará el 16 de abril en el Festival de Málaga, la excusa perfecta para recuperar esta entrevista y abrir boca de cara a un documental que estamos deseando ver.
En su última visita a España, hace ya casi dos años, pudimos charlar con ella, y durante la tarde que pasamos en su compañía descubrimos a una mujer educada, reservada y muy sensible. Tras su volcánica apariencia, esconde muchas sorpresas. Si bien en ningún momento mostraba pudor para desnudarse delante de todos los presentes durante una sesión de fotos que protagonizó, sí se reveló como una persona tremendamente tímida en la distancias cortas, cuando su explosivo físico ya no era el centro de atención y el interés se centraba en lo que escondía tras su apabullante presencia. A media voz, y con enorme prudencia, es como se mostró la Amanda Lepore más desconocida, la que asegura que todo lo hace con un objetivo básico: “para sentirme feliz”.
Su dossier de prensa arranca con un destacado rotundo: “el cuerpo más caro sobre la faz de la tierra”. Y la siguiente frase es “la transexual más famosa del mundo”. Así se las gasta Amanda Lepore, sin duda un referente, no solo dentro de la comunidad LGTB, también en la escena de clubs a nivel internacional. Que el año pasado publicó su autobiografía y este año la relatará en la gran pantalla en I Hate New York.
SHANGAY ⇒ ¿Te costó aprender a hacerte feliz a ti misma?
AMANDA LEPORE ⇒ Sí. Me hizo falta mucha confianza en mí misma y perseverancia para lograrlo; siempre supe que quería alcanzar la felicidad, pero que no sería fácil [risas].
SHANGAY ⇒ ¿Cuál fue la llave de esa felicidad?
AMANDA LEPORE ⇒ El proceso fue muy lento. Sufrí mucho acoso de niña, así que era una persona muy retraída; mi infancia fue dura. Cuando empecé a trabajar en clubs nocturnos, todavía era extremadamente tímida. Dependía por completo de mi imagen y de mis looks para mostrarme segura. Por aquel entonces bailaba como go-gó en pódiums y jaulas, así que tampoco es que tuviera que interactuar con la gente. Poco a poco, sentí que a la gente le gustaba tal como era, y empecé a abrirme lentamente. David LaChapelle fue determinante en mi vida, él fue quien me ayudó a creer de verdad en mí misma, porque me encontraba hermosa, me besaba continuamente, empezó a animarme a mostrarme desnuda… David y el paso del tiempo han sido claves para llegar a ser como soy.
SHANGAY ⇒ Es curioso que una persona tan tímida no tuviera reparos en desnudarse, aunque fuese para un artista como LaChapelle…
AMANDA LEPORE ⇒ Bueno, siempre había un estilismo, iba maquillada… No me sentía sucia, o una stripper. Aunque en el paso también fui bailarina de lapdance [risas]. Pero siempre he procurado que mi trabajo tuviera que ver con la moda y el arte. Con mostrarme perfecta.
“El mío es un proceso de autocreación que implica mucha fantasía”
SHANGAY ⇒ ¿No resulta estresante ese deseo por mostrarte siempre lo más perfecta posible?
AMANDA LEPORE ⇒ No, porque disfruto mostrándome lo más femenina posible. Desde que empecé en este mundo, siempre me he esforzado por mejorar, por reinventarme. Para mí es un proceso de autocreación que implica mucha fantasía. Hace mucho que para mí no es un esfuerzo intentar mostrarme perfecta, enseguida se me dio bien [risas].
SHANGAY ⇒ ¿No es duro arreglarte tanto a diario?
AMANDA LEPORE ⇒ Cuando tengo días libres todo es distinto. Si voy a yoga no me maquillo, me visto de manera muy casual y lo único que uso son gafas de sol. Cuando tengo trabajo, una sesión de fotos o una actuación, es muy distinto.
SHANGAY ⇒ Madonna habla continuamente de la discriminación que sufre a causa de su edad… ¿Tú también sientes que en el mundo del espectáculo cumplir años está mal visto?
AMANDA LEPORE ⇒ Es evidente que el estigma existe. Y no me gusta que sea así. Debo reconocer que si pudiera, retrocedería en el tiempo para no cumplir años. Aunque en cierto modo he logrado hacerlo [risas].
“Espero que llegue un momento en que ya no sea necesario utilizar etiquetas como ‘transexual”
SHANGAY ⇒ 2016 ha sido un año muy importante para la visibilidad transexual. ¿Te sientes cómoda con el uso de etiquetas así?
AMANDA LEPORE ⇒ A mí me resulta un poco irritante. Siempre he sentido y vivido como una mujer, y etiquetas como ‘transexual’ siento que tienen un poso prejuicioso que no me gusta. El hecho de que sea tan conocida implica que en ocasiones tenga que dar explicaciones a hombres que conozco que no creo que sean necesarias, como que sepan que estoy operada… Aunque, lógicamente, me parece que para los más jóvenes sí es importante que estén ahí esas etiquetas, porque les ayuda a la hora de explicar a sus familias lo que sienten y lo que son. Espero que llegue un momento en que ya no sea necesario hacerlo.
SHANGAY ⇒ ¿Crees que llegará el momento en que etiquetas así desaparezcan?
AMANDA LEPORE ⇒ Al menos espero que llegue un momento en que las cosas sean mucho más fáciles para el colectivo transexual, como ha sucedido con los negros o los gays. Es cuestión de que se eduque más a la sociedad para normalizar.
SHANGAY ⇒ ¿Cómo viviste el boom de Caitlyn Jenner?
AMANDA LEPORE ⇒ Fue maravilloso. Ver que alguien que forma parte de la familia de las Kardashian, tan mediática, se abriera al mundo como lo hizo es muy importante, por su repercusión. Tras muchos años meditándolo, creo que ya no podía esperar más a maquillarse y ponerse vestidos, así que me alegro de que por fin lo haga libremente. Yo no habría podido esperar tanto tiempo [risas].
SHANGAY ⇒ ¿Y Laverne Cox?
AMANDA LEPORE ⇒ Es total. Me encanta que forme parte de series de éxito, que acuda a entregas de premios y que se la vea como una actriz más, que es lo que es. Aunque eso no impide que su discurso sea muy combativo…, frente a la actitud de amigas mías como Nomi Ruiz, que deja esa cuestión en un segundo plano.
SHANGAY ⇒ ¿Respetas por igual a mujeres transexuales que apuestan por el activismo y a las que no?
AMANDA LEPORE ⇒ Por supuesto. Alguien tiene que reivindicar; yo no, porque no llevo a una activista dentro. Siento que mi activismo está en mostrarme como soy, sin más. Pero no me siento cómoda en situaciones conflictivas. En ese sentido soy más como Nomi que como las otras de las que hemos hablado.
SHANGAY ⇒ ¿Tiene que ver con las burlas y las críticas que se te han hecho en el pasado?
AMANDA LEPORE ⇒ Por suerte, ya no sucede tanto. Antes sí, se decía de mí todo el tiempo que si era de lo más artificial, que era imposible que gustase a nadie, y cosas así. No tengo nada de lo que avergonzarme: me gusta lo artificial, lucho por ser lo más hermosa posible y expresarme a través de mi aspecto. Y eso no tiene que ver con cómo soy por dentro, nadie puede juzgarme sin conocerme.
“Siempre supe que quería alcanzar la felicidad, pero que no sería fácil”
SHANGAY ⇒ ¿Por qué te fascina tanto lo artificial?
AMANDA LEPORE ⇒ Por la pasión que he sentido desde siempre por Marilyn Monroe, nunca ha habido una estrella tan artificial, y fue toda una pionera de la cirugía plástica. En cierto modo, se fue creando a sí misma, y siempre me han fascinado las mujeres que se van transformando y se muestran al público como se sueñan a sí mismas. Como Dita Von Teese, que no tiene nada que ver sin maquillar ni arreglar con la mujer que vemos siempre, esplendorosa, en público. Me apasiona jugar con la feminidad, explorarla y explotarla al máximo.
SHANGAY ⇒ ¿Todavía quieres transformarte más, o has alcanzado ya tu ideal?
AMANDA LEPORE ⇒ Antes que recurrir de nuevo a la cirugía para arreglarme los pechos si se me caen o hacerme un lifting facial, ahora prefiero recurrir a trucos relacionados con el maquillaje o mi vestuario. Es otro modo de practicar la artificialidad, y como lo veo más creativo, es por el que apuesto.
SHANGAY ⇒ ¿No te cansas de la noche?
AMANDA LEPORE ⇒ No, porque me encanta arreglarme para salir [risas]. Llevo en la noche desde 1990, y me sigo divirtiendo mucho. Los clubs son el escaparate perfecto para poder expresar mis inquietudes creativas, y también lugares en los que conocer gente muy interesante.
SHANGAY ⇒ ¿Qué haces un fin de semana en que no trabajas y no sales?
AMANDA LEPORE ⇒ No me puedo estar quieta. Lo mismo me pongo a diseñarme vestidos que voy a yoga. O me meto en Tinder a buscar a un guapo caballero al que conocer [risas].
“David LaChapelle fue determinante en mi vida, me ayudó a creer en mí misma”
SHANGAY ⇒ ¿Qué nos puedes avanzar de tu inminente libro de memorias Doll Parts?
AMANDA LEPORE ⇒ Está quedando precioso. Lo he escrito con ayuda de un ‘negro’, y voy a incluir en él muchísimas fotografías, con un capítulo entero dedicado a David LaChapelle.
SHANGAY ⇒ ¿Y para cuándo nuevo disco?
AMANDA LEPORE ⇒ He estado trabajando en él durante mucho tiempo. Para mí es importante tener mi propia música, es muy enriquecedor poder cantar en mis shows. Al final, en 2016 solo se publicaron remixes, pero sí, hay música nueva lista.
SHANGAY ⇒ ¿Te queda algo por probar en el mundo artístico que te apetezca?
AMANDA LEPORE ⇒ Me encantaría rodar alguna película. Y presentar un show muy elaborado, con decorados, bailarines…, como de Broadway o Las Vegas. Aunque para eso necesitaría un gran presupuesto, así que de momento seguiré soñando.
I HATE NEW YORK SE ESTRENA EL 16 DE ABRIL EN EL FESTIVAL DE MÁLAGA. MÁS INFORMACIÓN EN WWW.AMANDALEPORE.NET
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