Pedro Moreno Moreno, más conocido en el mundo del espectáculo como Violeta la Burra, se convirtió en un icono inolvidable de los cabarets catalanes durante el franquismo. Ayer, falleció en la localidad donde había nacido hace 84 años, Herrera (Sevilla).
Y allí en su pueblo será enterrado, y se le rendirá homenaje por haber sido un símbolo de diversidad en un periodo duro para el país. Con 20 años empezó a interesarse por la música, especialmente por las folclóricas de su época. Esto le llevó a viajar a Barcelona, y allí encontró trabajo dentro del mundo de la moda.
También allí comenzó a actuar como travesti en el escenario de Los Claveles, junto a compañeras como Rosarito y Marilí, siempre en tono flamenco. Después pasaría a actuar en locales más importantes como Andalucía de Noche y Jardines de Córdoba.
Su carrera fue cogiendo fuerza tras conocer a Salvador Dalí, con quien entabló una buena amistad. Posteriormente, se incorporó al cuerpo de baile de Lola Flores en los espectáculos que se representaron en los teatros Victoria y Calderón.
Violeta la Burra llegó a subirse a escenarios en París, y se convirtió en una artista de referencia en la sala Paradis Latin. Pero su madre enfermó, y tuvo que volver a España. Años después, ya octogenaria, seguía formando parte del mundo artístico. ¡Hasta siempre, Violeta!