La clamidia es una infección de transmisión sexual común en la sociedad. Esta enfermedad se contrae a través del contacto con los genitales o líquidos corporales. La clamidia es causada por una bacteria, la Chlamydia trachomatis,y se disemina en relaciones sexuales orales, vaginales o anales.
Esta infección puede no presentar síntomas y afecta a toda la ciudadanía, aunque, en especial, a las mujeres jóvenes. El tratamiento no es complicado, pero sí no se trata puede tener consecuencias negativas en el paciente. Esta bacteria puede ser contraída por los bebés durante el parto y causar neumonía o una infección ocular grave en el recién nacido.
¿Cómo puedo identificar que tengo clamidia?
Una infección causada por Chlamydia trachomatis en etapa temprana causa pocos síntomas, cuando empiezan a manifestarse también son síntomas leves; esto es un problema porque son síntomas que se pueden pasar por alto. Por ello, es importante hacer controles de detección regulares.
Los síntomas que pueden significar que he sido contagiada de clamidia son los siguientes:
- Dolor al orinar
- Secreción del pene o de la vagina
- Relaciones sexuales vaginales dolorosas
- Sangrado vaginal entre períodos menstruales y al tener relaciones sexuales
- Dolor en los testículos
En función de la práctica sexual de cada persona, la bacteria puede infectar: los ojos, la garganta o el recto. Una infección ocular o conjuntivitis causa enrojecimiento, irritación o molestia en el interior de los párpados; una infección en la garganta puede no presentar síntomas o presentar dolor en esta zona; y una infección en el recto puede no manifestar ningún signo o causar dolor, secreción o sangrado en la zona afectada.
Consideraciones relevantes
Es bueno tomar conciencia de que todos podemos ser contagiados, pero, en especial, las personas que mantienen relaciones sexuales antes de los 25 años. Es así porque los más jóvenes tienen más probabilidad de tener más de un factor de riesgo. Algunos factores de riesgo para la claminia son: no utilizar preservativo o utilizarlo mal, tener múltiples parejas sexuales o cambiar de pareja antes de enterarte que has sido contagiada, estás favoreciendo a la expansión de la bacteria.
Complicaciones de la clamidia
Enfermedad inflamatoria pélvica
La enfermedad inflamatoria pélvica es una infección que se genera en el útero y en las trompas de Falopio. En caso grave puede requerir la atención médica en un hospital. Esta enfermedad puede herir a las tropas de Falopio, los ovarios, el útero y el cuello del útero.
Infección cerca de los testículos e infección de la glándula prostática
La infección por clamidia puede generar epididimitis, es decir, la inflamación del conducto en espiral que se encuentra al lado de cada testículo. Esto causa fiebre, dolor en el escroto e inflamación. En pocas ocaciones, puede diseminarse a la glándula prostática, pero de hacerlo las consecuencias son: dolor durantes y/o después de mantener relaciones sexuales, fiebre, dolor al orinar y dolor también en la zona lumbar.
Infecciones en los recién nacidos
Si una madre padece clamidia puede ser contagiado el bebé en el momento del parto a través del conducto vaginal. El recién nacido puede padecer neumonía o una infección grave en los ojos.
Embarazo ectópico
Un embarazo ectópico es cuando un óvulo fecundado, se implanta y crece fuera del útero, en la mayoría de los casos, en una trompa de Falopio. En estos casos, el ovulo queda extirpado para evitar poner en riesgo la vida de la madre ya que puede sufrir una rotura de la trompa. La infección por clamidia aumenta el riesgo de tener un embarazo ectópico.
Infertilidad
La bacteria Chlamydia trachomatis puede causar infertilidad, ya que produce cicatrices y obstrucciones en las trompas de Falopio, lo que dificulta la posibilidad de quedarse embarazada.
Artritis reactiva
Las presonas infectadas por esta bacterias son más propensas a tener artritis reactiva, también conocido como síndrome de Reiter. Esta consecuencia afecta a las articulaciones, los ojos y la uretra.
¿Qué podemos hacer para evitar ser contagiados?
Hay tres recomendaciones que podemos seguir. La primera es el empleo de preservativos siempre durante la actividad sexual, hay que utilizarlo de manera correcta para reducir el riesgo de infección. La segunda recomendación sería limitar la cantidad de parejas sexuales, porque a más parejas sexuales más riesgo de contraer clamidia y otras infecciones de transmisión sexual. Y la tercera recomendación sería estar controlados mediante exámenes de detección periódicos, sobre todo, si eres una persona sexualmente activa y tienes varias parejas.