Sífilis

Última actualización: 9 septiembre, 2025

La sífilis es una enfermedad infecciosa causada por la bacteria Treponema pallidum. En la mayoría de las ocasiones, se transmite por el contacto sexual. La infección se hace visible con la presencia de una llaga en los genitales, el recto o la boca; que no suele causar dolor. Es una infección que se transmite a través del contacto con estas llagas y a un bebé durante el embarazo o la lactancia.

Esta bacteria puede quedar alojada en el cuerpo durante muchos años sin presentar síntomas, también puede reactivarse y habría que tratarla de nuevo. En apariencia no es algo grave, pero si no se sigue el tratamiento correspondiente puede afectar al corazón, al cerebro y a otros órganos. En casos extremos, puede desencadenar la muerte del paciente.

Es importante ir al médico y hacerse pruebas tan pronto como se pueda porque la sífilis temprana se puede curar con una simple inyección de penicilina, antibiótico. No solo es recomendable hacerse un control cuando se detecta algún síntoma, sino que hacerse exámenes médicos rutinarios puede ayudar a detectar esta enfermedad sin que hayan salido síntomas, también las embarazadas deben realizarse estas pruebas.

Etapas de la sífilis

La sífilis se desarrolla en etapas y puede que los síntomas varíen en cada una de ellas. Los síntomas no siempre van a aparecer en el mismo orden. A pesar de que puede que no aparezcan síntomas durante años.

Sífilis primaria

Lo primero que aparece es la llaga denominada chancro, no genera dolor y se deposita en el lugar por donde entró la bacteria. Mayormente, las personas solo tienen un chancro, pero pueden aparecer más de uno. La llega se hace visible a las tres semanas de haber estado en contacto con una persona infectada de sífilis. Muchas personas no tienen el chancro o no lo ven si se encuentra por dentro de la vagina o del recto. La llaga desaparece sola en un plazo de tres a seis semanas.

Sífilis secundaria

Cuando se cura el chancro aparecen más síntomas como un sarpullido —no suele picar—, puede tener un aspecto rojizo o marrón y áspero, en ocasiones, es tan sutil que cuesta verlo. Suele aparecer en la zona del tronco: pecho, estómago, pelvis y espalda; el sarpullido puede desplazarse a las extremidades. Además del sarpullido puede aparecer: llagas, caída del pelo, dolores musculares, fiebre, dolor de garganta, cansancio, pérdida de peso o inflamación de los ganglios linfáticos. Estos síntomas pueden desaparecer solos, pero sin el tratamiento debido pueden volver estos signos y permanecer meses o, incluso, años.

Sífilis latente

La sífilis puede pasar de la etapa secundaria a la etapa latente en pacientes que no han sido medicados. También se conoce esta fase como etapa oculta porque no presenta ninguna sintomatología. Esta etapa puede durar años y es posible que no se vuelvan a manifestar síntomas nunca más. No obstante, también podría haber problemas de salud graves.

Sífilis terciaria

Aproximadamente, un 30 % o 40 % de las personas que han padecido sífilis latente y no han recibido ningún tipo de tratamiento sufren complicaciones, la sífilis en este momento recibe el nombre de sífilis terciario o sífilis tardía. Esta enfermedad puede llegar a herir las siguientes zonas: cerebro, nervios, ojos, corazón, vasos sanguíneos, hígado, huesos y articulaciones.

Si no se pone un tratamiento en cualquiera de las etapas, la enfermedad puede desembocar y afectar al cerebro, la médula espinal, los ojos y otras partes del cuerpo; lo que puede poner en riesgo la vida.

Sífilis congénita

Las mujeres embarazadas que poseen esta bacteria se la pueden transmitir a sus bebés a través de la placenta, este contagio también puede darse durante el parto o en la lactancia. Si el bebé no recibe tratamiento puede llegar a presentar: llagas y erupciones en la piel, fiebre, decoloración en piel y ojos (ictericia), niveles bajos de glóbulos rojos, inflamación del bazo o del hígado, congestión nasal y cambios en los huesos; y más tarde, sordera, problemas dentales y en la nariz; estos bebés pueden llegar a fallecer en el momento del parto o después de nacer.

Factores altamente potenciales de contagio

El riesgo de contagiarse de la bacteria Treponema pallidum es mayor cuando: hay relaciones sexuales sin protección, se practica sexo con más de una persona de manera habitual, vivir con VIH si no se trata aumenta el riesgo de contagiarse de sífilis.

Complicaciones de la sífilis

Si no se aplica tratamiento, esta enfermedad puede aparecer en cualquier parte del cuerpo. Por consiguiente algunos de las complicaciones que puede aparecer son:

  • Pequeños bultos o masas: En etapa avanzada de sífilis pueden aparecer protuberancias en la piel, los huesos, el hígado o en cualquier órgano. Estas masas desaparecen después del tratamiento y los antibióticos recetados por los médicos.
  • Problemas neurológicos: La bacteria puede dañar el cerebro, a su alrededor o la médula espinal. Algunas complicaciones que pueden surgir son: dolor de cabeza, accidente cerebrovascular, meningitis, cambios de personalidad o problemas para concentrarse, síntomas parecidos a la demencia, parálisis, disfunción eréctil o problemas en la vejiga.
  • Problemas oculares: La infección puede moverse y extenderse a la zona de los ojos, se denomina sífilis ocular. Esta enfermedad tiene las siguientes consecuencias: dolor o enrojecimiento de los ojos, cambios en la visión o ceguera.
  • Problemas de oído: La infección puede moverse y extenderse a la zona de los oídos, se denomina otosífilis. Y los síntomas que presenta son: pérdida de la audición, zumbido en los oídos (tinnitus) o sensación de que todo lo que nos rodea da vueltas (vértigo).
  • Problemas del corazón: Estos problemas son la hinchazón o dilatación de la aorta —arteria principal del cuerpo—, de otros vasos sanguíneos. Además, la sífilis también puede herir las válvulas cardíacas.
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