Siempre hay que celebrar las películas que se adentran en episodios y artistas de la historia del pop español. No abundan, y por eso resulta tan sorprendente y especial Disco, Ibiza, Locomía. Una tragicomedia musical que habla de lo azaroso del éxito y que ofrece una singular radiografía de un momento concreto de nuestra industrial musical y de esa Ibiza mítica que tantas historias surrealistas ha generado.
Lo mejor es que su director, Kike Maíllo, no ha buscado una profundidad innecesaria a la hora de contar los diversos auges y caídas que vivió el colectivo liderado por Xavier Font (interpretado por Jaime Lorente, en un registro en el que nunca le habíamos visto hasta ahora). Utilizando, además de la música, el humor como ingrediente básico, se adentra en los entresijos de un grupo que hizo historia en nuestro pop sin pretenderlo, y casi sin saberlo.
A mediados de los 80, Xavier Font llegó a Ibiza con ganas de comerse el mundo, aunque al principio lo principal era conseguir algo para comer. Con gran madera de líder y un punto visionario, poco a poco se fue rodeando de un grupo de personas dispuesto a seguirle y a ayudarle a materializar su visión. En un principio, con el objetivo de crear tendencia a través de la moda, porque si algo tenían los diseños concebidos por Font es que no pasaban en absoluto desapercibidos.
Como concepto artístico, Locomía comenzó a despuntar en la isla cuando apostaron por la performance con sus inconfundibles abanicos y comenzaron a lograr cierta notoriedad trabajando como animación en discotecas míticas como Ku. En la película, es precisamente en la celebración del cumpleaños de Freddie Mercury cuando el reconocido productor musical José Luis Gil (atención a la interpretación que hace de él Alberto Ammann) decidió darles su gran oportunidad.
Gil apostó por convertirles en estrellas del dance pop, un género apenas cultivado en español, y vaya si lo consiguió. A finales de los 80 y primeros 90 lograron un éxito inesperado, que les llevó a triunfar también en Latinoamérica, y fue cuando comenzaron los conflictos entre Font y Gil, que conforman el meollo de la película.
¿Cómo arrasaron si no sabían cantar ni apenas bailar? ¿Qué parte de su éxito se debió a la visión comercial de José Luis Gil y cuál a la propuesta artística de Xavier Font? ¿Se convirtió Locomía en un fenómeno por su extravagancia kitsch o por el magnetismo de algunos de sus componentes? ¿Jugó a su favor o en su contra que se prohibiera a los miembros del grupo hablar abiertamente de su homosexualidad?
Son algunas de las preguntas que se plantean en Disco, Ibiza, Locomía, que cuenta con un reparto de indudable gancho, en el que están, además de Jaime Lorente y Alberto Ammann, Blanca Suárez, Alejandro Speitzer, Iván Pellicer, Pol Granch, Javier Morgade, Albert Baró, Gonzalo Ramírez y Eva Llorach.