Barba, cabeza rapada y tez morena. Una combinación extravagante que en Tim Howard, portero de la selección de Estados Unidos, resulta ciertamente atractiva. Su eliminación en octavos de final no nos ha permitido seguir disfrutando de él bajo palos. A sus 35 años, y a pesar de padecer un trastorno neuropsicológico caracterizado por múltiples tics físicos o vocales, se encuentra en su mejor momento, tanto deportivo como físico.
Va a ser verdad lo que adelantábamos, todos los guapos del Mundial se están yendo a casa…