Hacía tiempo que no veíamos nada tan romántico. Tal vez poco original, pero la mar de efectivo. Dos hombres, un aniversario y un aeropuerto de Berlín. Con la complicidad de Lufthansa, Mattias aguardó (ramo de rosas en mano) impaciente a que Dominic aterrizase para fundirse en un beso que casi les cuesta la respiración. El resto ya es historia de amor universal, por lo que ni siquiera hace falta hablar alemán para comprenderlo. El propio Mattias contaba que desde que pasó todo su segundo aniversario en Austria, había esta pensando en darle esta sorpresa a su pareja. “Quiero dar la gracias a la tripulación de Lufthansa”, explicaba después del momentazo. ¡Vivan los novios!
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